Laura de Chiclana, periodista en la guerra de Ucrania: "He sufrido machismo porque soy mujer y joven"

Aunque el mundo parezca muchas veces mirar para otro lado y supone que la guerra ya pasó, los ataques rusos sobre Ucrania no han cesado desde que comenzó la invasión, a comienzos de este año. Laura de Chiclana ya llevaba tiempo cubriendo conflictos armados y crisis humanitarias, por lo que su llegada a la frontera de Ucrania no fue improvisada. Preparada para dejarse la piel en su trabajo, la periodista arriesga su vida día a día para dar visibilidad a algo que tanto lo necesita, buscando así un ápice de paz en el planeta.

La joven, con tan sólo 28 años está más que preparada para esto. En Sevilla fue donde vivió su niñez y comenzó sus estudios, y muy rápidamente se convenció de que quería ser reportera. Venezuela fue su primer destino antes de convertirse en titulada universitaria, acudiendo a cubrir las protestas en contra del gobierno de Maduro y todos los problemas sociales derivados de la crisis venezolana. En esa ocasión viajó junto a otros periodistas. Luego fue Colombia, donde estuvo viviendo con el Ejército Nacional de Liberación: "Es como que me hubiera estado preparando sin saberlo para lo que estoy viviendo ahora", dice. Su siguiente destino fueron los campos de refugiados de Lesbos, en Grecia. Luego a Tailandia y ahora, Ucrania.

"Puede parecer que soy una inconsciente. Pero si el periodista muere, no puede hacer su trabajo, y eso me mantiene alerta para irme a tiempo de los lugares más complicados", ha relatado Laura ante la cámara.

En plena conexión con Telecinco.es es desde Mykolaiv, un bombardeo cayó sobre su cabeza en pleno directo con En boca de todos, el programa que conduce en Cuatro Diego Losada.

"Antes que nada quiero decir que nunca he sentido una falta de respeto de parte de los ucranianos hacia mí. Al contrario, me han tratado de cuidar, todos los días recibo mensajes de cariño", ha comentado la corresponsal, dejando claro el agradecimiento para el ejército de Ucrania, oficiales y representantes de las instituciones de allí.

Su testimonio nos ha revelado que le ha costado mucho hacerse un sitio para poder ejercer el periodismo: "Estoy muy cansada de estar la última en la lista. Soy freelance, mujer, joven. Todo es primero para los periodistas hombres. No se me toma en serio, parece que vengo acá para presumir, no sé. Yo vengo a hacer mi trabajo. Me han hecho comentarios machistas. Me meto más en el fango que muchos, ¿por qué no se me toma en serio? Eso me cuesta, pero con mi trabajo, mi constancia, esta es la manera que tengo para demostrar que nosotras podemos y valemos".

"Sé que es una guerra, sé que puedo morir, pero me cuido por mi familia", dice. Tiene que contener las lágrimas cada vez que menciona a su gente. "A veces me dicen que saben que sigo viva porque me vieron en la televisión. Ellos están con un nudo en la garganta todo el tiempo y a veces me pregunto si no estoy siendo egoísta. Pero luego son ellos los que me alientan a seguir".

Así, ya van más de 8 meses en los que la joven periodista ha luchado por su trabajo, por darle voz al pueblo ucraniano poniendo en riesgo su propia vida.