¿La aparición de canas significa que no nos quedaremos calvos? Lo que dice la ciencia de esta creencia popular
La pérdida del color del cabello, además de cambiar nuestro aspecto físico, también da pie a preguntas y a imaginarios populares
La verdad detrás del mito de que "si te arrancas una cana te saldrán siete": "Cada cabello crece de un folículo individual"
Cuando se trata del aspecto físico, el paso del tiempo es uno de los elementos que no se frenan y que irremediablemente degrada, no sólo cómo nos vemos por fuera, sino también, cómo funcionamos por dentro. En este sentido, la calvicie y las canas son dos de los síntomas más frecuentes de edades avanzadas. Sin embargo, en el imaginario popular existe la creencia de que si tenemos canas, no nos vamos a quedar calvos. ¿Es esto cierto?
Desde Informativos Telecinco hemos contactado con la Dra. Alicia Garbayo —médica especialista en cirugía y estética de la Clínica Torrubia de Barcelona—, quién desvela algunos aspectos clave de la relación entre ambos fenómenos.
¿Son dos procesos naturales distintos o presentan relación?
La doctora explica que “no hay ninguna evidencia científica que confirme que la existencia de canas puede aumentar o disminuir el riesgo de alopecia”. En este sentido, la creencia popular se desmonta, pues también apunta a que tanto la aparición de canas como la calvicie son “dos procesos distintos que, aunque afecten al cabello, ambos también pueden estar relacionados con el envejecimiento natural”.
No necesariamente se requiere de una edad avanzada, ni para perder cabello ni tampoco para tener canas. De hecho, también se hace énfasis en la condición genética, la cual desempeña un papel importante: “hay casos en los que hay predisposición a desarrollar dichas condiciones, juntas o por separado, a edades más tempranas si hay antecedentes familiares”, explica.
Esta es la causa de la calvicie más común
La doctora Alicia Garbayo explica que la calvicie androgenética “es la forma más común” en la que esta se manifiesta. “Ocurre especialmente en hombres y sucede cuando los folículos pilosos se miniaturizan --se reduce el tamaño-- por efecto de hormonas como la dihidrotestosterona (DHT)”, explica.
O, dicho de otro modo, la experta lo ilustra de la siguiente manera: “Con el tiempo, esos folículos se vuelven más pequeños, el cabello se afina y finalmente deja de crecer”.
¿Y qué hay de las canas?
Por una parte tenemos el fenómeno de la alopecia progresiva. Pero, ¿qué sucede con las canas? Se trata de un proceso físico diferente, y aquí la clave radica en la pérdida de la melanina —la sustancia que aporta el color—.
Las células que se encargan de producir melanina —los melanocitos— “dejan de funcionar”, señala la doctora. Una de las principales causas de que esto ocurra es el propio paso del tiempo. En este sentido, Garbayo expone que “esto representa un signo de envejecimiento del folículo piloso, pero no significa que haya dejado de producir cabello”.
¿Cuáles son las implicaciones de que un folículo haya dejado de producir melanocitos? La especialista explica que esto desencadena en una cuestión que radica en el aspecto visual, de cómo se aprecia el color: “El folículo continúa generando pelo, solo que ha perdido su capacidad de producir melanina, el pigmento responsable del color. Como resultado, el cabello crece sin color, adquiriendo un tono blanco o gris”, concluye.