El truco casero que poca gente sabe: mezclar sal con cola para limpiar ollas y sartenes
Existen métodos caseros que permiten abrillantar las sartenes y devolverles su aspecto original sin recurrir a caros productos
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Mantener las ollas y sartenes limpias puede convertirse en todo un desafío, especialmente cuando la grasa y los restos de comida se incrustan tras varios usos. Por suerte, existen métodos caseros que permiten abrillantar las sartenes y devolverles su aspecto original sin necesidad de recurrir a productos comerciales caros.
Uno de ellos es la mezcla de cola con sal, que actúa como un detergente casero pensado para aflojar restos de grasa quemada, eliminar suciedad incrustada y aportar algo de brillo a superficies metálicas después del fregado.
Para qué se usa realmente
Para poner en práctica este truco, basta con preparar una mezcla en un recipiente con unos 200 ml de refresco de cola, una cucharada de sal, 150 ml de detergente lavavajillas y 200 ml de agua. Una vez combinados los ingredientes, se vierte la solución sobre la sartén y se frota con suavidad para que la suciedad y la grasa se vayan desprendiendo poco a poco.
En la práctica, su uso se limita a limpiezas puntuales y superficiales. No sustituye a un buen producto específico ni garantiza mejores resultados que los métodos tradicionales, aunque puede funcionar de forma aceptable en algunos casos concretos.
Por qué es efectivos esta mezcla
Desde un punto de vista químico, esta combinación tiene cierto sentido, aunque no presenta nada extraordinario. Cada ingrediente cumple una función concreta: la cola aporta ácidos que ayudan a reblandecer costras, restos minerales u óxido muy ligero; y la sal actúa como un abrasivo suave que facilita el desprendimiento de la suciedad seca y, además, acelera la liberación del CO2 del refresco, generando espuma.
Por su parte, el detergente lavavajillas es el verdadero protagonista de la mezcla, ya que es el responsable de descomponer y arrastrar la grasa. En conjunto, no se produce ninguna reacción mágica, simplemente se combinan un ácido suave, un abrasivo físico y un detergente común como una alternativa barata y efectiva, pero sin prometer milagros.
Cuidado: cuándo no usar esta mezcla
Es importante tener en cuenta que no se trata de un producto probado ni regulado, sino de un truco popularizado en redes sociales. Por este motivo, su uso no está recomendado en superficies delicadas o con recubrimientos especiales, como sartenes antiadherentes, esmaltes finos o acabados brillantes, ya que podría dañarlos.
Tampoco debe aplicarse en electrodomésticos ni en zonas donde el líquido pueda penetrar en mecanismos internos, ni en materiales especialmente sensibles a la abrasión o a los ácidos.
Además, conviene recordar que nunca debe ingerirse. La mezcla de cola y sal resulta tóxica como bebida y solo debe emplearse, con precaución, como método de limpieza puntual.
Métodos más seguros y efectivos
Si lo que se busca es una limpieza profunda y segura de ollas y sartenes, existen alternativas mucho más fiables y efectivas. Por ejemplo, el uso de únicamente detergente lavavajillas concentrado con agua caliente suele ser suficiente para eliminar la mayoría de la grasa y los restos de comida adheridos sin dañar las superficies.
Para casos más difíciles, se pueden emplear combinaciones clásicas como bicarbonato y vinagre, dos productos ampliamente estudiados y utilizados como limpiadores caseros, que ayudan a desprender manchas y residuos resistentes. Además, existen productos específicos para aluminio o acero inoxidable, formulados para limpiar eficazmente sin afectar el material ni su acabado.