Limpieza

Los productos de limpieza que no deberíamos usar en nuestro hogar: "Hay que evitar los que tienen perfumes y sustancias volátiles"

Productos de limpieza
Productos de limpieza. EP
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Los artículos de limpieza que podemos considerar como problemáticos son aquellos que contienen químicos tóxicos que pueden afectar tanto a la salud de los humanos como al entorno medioambiental. Sobre ello habla el doctor Nicolás Olea, quien acaba de publicar el libro '80 recomendaciones para evitar los tóxicos'.

Aunque reconoce que su experiencia con productos de limpieza no es tan amplia como con cosméticos, productos de cuidado personal o textiles, asegura a la web de Informativos Telecinco que "nuestra recomendación en este campo es aconsejar el uso de productos naturales (jabón, vinagre o bicarbonato) y evitar los excesos con perfumes y sustancias volátiles que contribuyen a la exposición química dentro del hogar".

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Al respecto, añade que, "afortunadamente, el empleo de surfactantes tipo alquilfenoles, conocidos disruptores endocrinos (DE) estrogénicos vinculados epidemiológicamente al cáncer de mama, está muy restringido y prohibido en el caso particular del nonilfenol".

Como ocurre con los agentes químicos, las vías de entrada en el organismo se pueden producir por vía respiratoria (inhalación de aerosoles y vapores), vía digestiva (en contacto con artículos contaminados y malas prácticas higiénicas) y por vía dérmica debido al contacto directo con la piel.

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Productos químicos de limpieza a evitar

A la hora de revisar las sustancias que se han empleado para dichos productos, debemos prestar especial atención a los químicos tóxicos. Estos son algunos de ellos, tal y como recoge 'The Wellness Way'.

El primero de los que indican es el amoniaco, utilizado como agente de pulido para vidrio y metal. Produce vapores que pueden causar irritaciones y dificultades para respirar, especialmente en personas que padecen asma o enfermedades pulmonares.

Los ftalatos, presentes comúnmente en fragancias sintéticas. Se trata de DE que puede interferir con la función hormonal y se han relacionado con problemas reproductivos.

En cuanto a los fosfatos, destaca el citado medio, se encuentran en detergentes para platos y ropa, contribuyen a la contaminación del agua y dañan los ecosistemas acuáticos.

El hidróxido de sodio, conocido como sosa cáustica, es usado en la industria para la fabricación de papel, tejidos, detergentes y líquidos desatascadores de tuberías. Resulta muy corrosivo y puede causar graves quemaduras en caso de contacto cutáneo.

El 2-butoxietanol es un líquido transparente e incoloro con un olor suave que se utiliza como disolvente en muchos productos, como pinturas, esmaltes, barnices, productos de limpieza multiusos y cosméticos. Con una exposición prolongada, puede provocar daños en los pulmones.

Otro químico clasificado como un probable cancerígeno y que resulta dañino cuando se inhala durante largos periodos de tiempo es el tetracloroetileno, presente en limpiadores, por ejemplo, de alfombras y tapicería.

También está muy extendido actualmente el empleo de pesticidas, incluidos a veces en aerosoles de limpieza. Contienen químicos tóxicos que pueden alterar la función neurológica y dañar el entorno medioambiental.

Alternativas para una limpieza ecológica

Crear un ambiente más saludable para nuestra familia mientras reducimos el impacto en el planeta sí es posible. Para ello, podemos sustituir los productos de limpieza mencionados por alternativas ecológicas y más seguras.

Una de ellas es el vinagre blanco, excelente a la hora de desinfectar y de eliminar olores en la vivienda. Asimismo, el bicarbonato de sodio resulta útil para desodorizar y limpiar superficies.

No nos podemos olvidar del limón, cítrico que actúa como blanqueador natural y desinfectante, y de los aceites esenciales, que aportan fragancia y propiedades antibacterianas.

Por último, en cuanto al aseo personal, destacamos los jabones y champús orgánicos, libres de sulfatos y parabenos, y los desodorantes naturales, que evitan el empleo de aluminio y de fragancias sintéticas.