Las despedidas que nunca se produjeron: el homenaje a las víctimas de la covid-19 que murieron en soledad

  • En el día de Todos los Santos, NIUS ha querido hacer un homenaje a todos aquellos que perdieron a alguien por culpa de la covid-19

Anunciación era el pilar de su familia. José, "el mejor abuelo del mundo". Atanasio llevaba a su Extremadura natal en el corazón. Y Pura fue siempre una trabajadora y una luchadora incansable. Son pinceladas de las historias de algunas de las víctimas de la pandemia. En España, según las cifras oficiales, ya son 35.878 las personas que han muerto con covid-19. Aunque el dato real es muy superior.

Muchos de ellos fallecieron solos. Sin que ninguno de sus seres queridos pudiese agarrarles la mano. O acompañarles en el momento del adiós. Este 1 de noviembre, día de Todos los Santos, NIUS ha querido homenajear a las víctimas y a sus familiares. A aquellos que no pudieron despedirse y que han tenido que afrontar la pérdida en soledad. Las parejas, hijos o nietos de los fallecidos han querido compartir las palabras que se quedaron sin decir. Estas son las despedidas que nunca se produjeron.

Anunciación Sánchez Muñoz

Nació en La Almarcha (Cuenca). Murió el 25 de marzo, el mismo día que cumplía 86 años. Su hijo Alberto, que no pudo despedirse de ella, le escribe estas letras con un dolor inmenso en el corazón.

"Siento no haber estado junto a ti y cuidarte. O por lo menos, agarrarte la mano en esos momentos. Y siento haber tenido que esperar hasta junio para poder enterrarte junto a tus padres, que es lo que querías.

Sara García Meira

Esta española, nacida en Argentina hace 89 años, falleció en abril. Lo hizo en la residencia de Morata de Tajuña, en Madrid. Jorge Daniel Gómez, su hijo, guarda todavía en casa las cenizas de su madre. No tiene fuerzas para enfrentarse a ello.

“Mamá, comimos juntos tres semanas antes de que te fueras. Estabas mejor que nunca. Pero este bicho te llevó de nuestro lado. No estuve contigo, no podíamos entrar. Hay días que la culpa me mata. Un sábado me llamaron y me dijeron que estabas pachucha. El domingo ya no estabas. No pude ni hablar contigo una última vez. Eras mi madre, pero también eras mi mejor amiga. Lo siento mamá, no te abandoné, no pude despedirme de ti. Te extraño y te amo vieja”.

José Jiménez Díaz

Nació el 8 de enero de 1934 en Madrid. Estuvo casado con Juana 48 años. Tuvieron tres hijos. Su hija Montserrat le escribe estas líneas con emoción. "Al mejor abuelo del mundo".

"Jamás pensé que aquel 5 de marzo después de darte tu comida en la cama de la residencia, con tu mirada perdida y tu gesto de cansancio, sería la última vez que te vería, papá. Iba a salir unos días de viaje. Me despedí dándote un beso y un abrazo muy fuerte, y te dije: "Espérame". Pero mi padre nunca hacía caso a nadie.

Luis Seoane González

Nació en Madrid hace 89 años y falleció el 29 de marzo en el hospital Clínico de Madrid. El único que pudo verle en los últimos momentos, y tras un cristal, fue uno de sus hijos. Ahora el mayor se despide de él con este cariño.

“Hola papá, sé que estás en el mejor de los lugares, junto a las demás víctimas y nuestros familiares y amigos que se fueron. Siempre fuiste el pilar de la familia y sabes que la vida aquí está siendo difícil. Desde arriba échanos un capote para que esto termine. Estamos bien.

Fernando Gutiérrez González

Nació en Burgos el 29 de marzo de 1932. Falleció, con 88 años, el 25 de septiembre en el hospital Sant Jaume de Calella, Barcelona. Míriam Torres, su nieta, ha querido decirle adiós en nombre de toda su familia, pero nada parece suficiente.

"Quién nos iba a decir que está sería la última comida que compartiríamos juntos. Tú, que siempre estabas al pie de cañón y parecía que nada ni nade iba a poder contigo. Tú, que llevabas los 88 como si fueran 18.

Hemos buscado mil maneras de despedirte, entre muchas, estas líneas. Y aún así, ninguna va a ser suficiente. Ojalá hubiera sido de cerca, contigo y hasta el final. Gracias por dejarte disfrutar, yayo. Aquí, siempre tendrás tu lugar con nosotros. Te quiere, tu familia".Hemos buscado mil maneras de despedirte, entre muchas, estas líneas. Y aún así, ninguna va a ser suficiente

Esperanza Tavira de Andrés

Nació el 12 de Marzo de 1936, en Valdenoches, Guadalajara. Falleció el 19 de Marzo de 2020 en la Residencia Vitalia de Leganés, en Madrid. Tenía 84 años recién cumplidos. Su hija, María Belén Muñoz, le dedica estas palabras.

"Querida mamá. Hace ya siete meses que te fuiste y cada día que pasa lloramos tu ausencia. No te pudimos decir adiós, ni estar a tu lado durante tus últimos momentos. Este virus maldito nos arrebató a nuestra amada madre. Has sido la mejor madre del mundo.

Te queremos mucho, mamá. Siempre estarás en nuestros corazones y en nuestras mentes. Tus hijas María Esperanza, María del Carmen, Maria Antonia y María Belén. Tus cuatro soles".

Genaro Uriarte Ibarra

Nació en Lekeitio (Vizcaya). Falleció el 27 de marzo sin que ninguno de sus familiares pudiera estar cerca. Su hijo Luis ha escrito lo que le hubiese gustado decir en esos momentos, pero nunca pudo.

"Quién me hubiese dicho a mí que en apenas dos semanas de enfermedad te íbamos a perder para siempre. Justamente este año en el que personalmente menos te he podido ver por motivos laborales y por atender a Álvaro, tu nieto mayor, en sus estudios de bachillerato. Qué cruel ha sido el palo que nos ha dado la vida. De una manera tan triste y rápida. Tú, Genaro, siempre dándote a toda tu familia. Todos los días me levanto y veo tu fotografía en mi mesilla... Has sido y eres un ejemplo de padre para tus hijos

Atanasio Ortega Gato

Nació en 1936, en Campillo de Llerena (Badajoz). Su hija Carmen ha querido dedicarle las palabras que ha tenido guardadas todo este tiempo y nunca pudo decirle:

"Papá te marchaste el pasado 22 de marzo y hay días que aún me cuesta creer que ya no te volveré a ver más. Fuiste un trabajador incansable, en España y Alemania, una persona que no se rendía jamás, firme en sus creencias y del Real Madrid. Tu mayor orgullo éramos mamá, tus cuatro nietos, Pablo y yo. ¡Ah, y que no se me olvide Extremadura!. Jamás pensé que no habría ni despedida, ni tanatorio, ni velatorio, ni flores, Jamás pensé que no habría ni despedida, ni tanatorio, ni velatorio, ni flores,ni familia, ni amigos, ni un entierro.

Antonio González Cabrera

Nació en Alcalá de Henares, Madrid, en 1943. Fue un hombre entregado a su familia. Perdió un hijo que amaba los caballos, entonces Antonio decidió meterse en ese mundo "para poder estar más cerca de él". Así era, un pura sangre. Falleció en marzo por la covid-19. Ángeles, su mujer, escribe estas líneas con el corazón encogido.

"Me faltó una despedida. No pude acompañarte en tu último viaje. ¡Solo el tiempo te hace valorar lo que se tiene y lo que se ha perdido! Antonio se fue sin ver la primavera, se marchó, se lo llevaron, sí, se lo llevaron… Pero yo sigo, con el rastro de su estela en mis pensamientos. No está, pero no se ha ido. Antonio se fue sin ver la primavera, se marchó, se lo llevaron, sí, se lo llevaron…Y creo que no se ha ido porque nos lo dejó todo, no se llevó nada, ni siquiera mi adiós

Carmen Bernal

Falleció en una residencia sin ser trasladada a un hospital. Su hija Begoña luchó con todas sus fuerzas para que su madre recibiera la atención médica que necesitaba. No pudo lograrlo. Meses después recuerda la fuerza que encerraba la sonrisa de su madre.

"Ya han pasado siete meses y te extraño tanto. Me parece mentira que ya no estés aquí. Te dejé como cada día sentada en tu silla mientras me decías adiós, tirándome besos con esa maravillosa sonrisa. Me aferro a esos segundos últimos en mi recuerdo. El Alzheimer hacía que tu cabeza se fuera vaciando pero siempre nos reconocías. Disfrutabas tanto de nuestras visitas. Trasmitías tanto amor por cada poro de tu piel. Soy una afortunada por tener una madre 10. Echo de menos tus besos, tus abrazos, la fuerza de tu sonrisa y tus maravillosos ojos verdes. Tu final ha sido muy cruel. me decías adiós, tirándome besos con esa maravillosa sonrisa. Me aferro a esos segundos últimos en mi recuerdoMe duele tanto no haber estado allí en esos últimos momentos y haberte reconfortado con mi voz y mis palabras

Pura Valle Martín

Nació en Perales del Puerto, Cáceres. Sacó adelante sola a su hija cuando enviudó, la pequeña tenía cinco años. Pura era una luchadora incansable. Su nieta Beatriz escribe estas líneas y mira al cielo todas las noches buscando la estrella que más brilla.

"Querida abuela. Sabemos que desde el cielo eres la estrella que más brilla, que nos mandas fuerza y ánimo a todos y que sonríes por todos nosotros porque estás con el abuelo. Gracias por enseñarnos que la vida es muy bonita y hay que vivirla intensamente hasta el final,

María Tomás Hernández

Nació en Hellín, Albacete, y falleció el 19 de octubre de 2020 en su domicilio de La Llagosta (Barcelona). Su alegría contagiosa y buen humor quedarán para siempre en la memoria de los suyos. Sus hijos y sus nietas le dedican estas palabras.

“Te fuiste cuando menos lo esperábamos, pero siempre estando rodeada de los que te queremos, tus hijos y nietas. Nos quedamos con las risas, con tu humor tan característico, con tu gracia y alegría. Tú, siempre presumida, alegre e inigualable. Tú, con tu gran corazón, eres la persona más buena que jamás hemos conocido y Nos quedamos con las risas, con tu humor tan característico, con tu gracia y alegría.dejas en todos un gran vacío imposible de llenar.

José Tomás Mijimolle y Carmen Cuadrado

Tomás y su mujer, Carmen, de 79 y 82 años, fallecieron por covid-19 con apenas tres días de diferencia. Eran farmacéuticos y nunca dejaron de acudir a su farmacia para ayudar a los demás. Por su dedicación y tesón, sus hijas Nieves y Carmen fueron las elegidas para recoger el premio Princesa de Asturias de la Concordia, concedido a todos los sanitarios. Hoy, emocionadas, les escriben estas letras:

“Erais incombustibles en todos los sentidos. En dedicación a vuestro trabajo, en amor entre vosotros, en cariño para con los demás. Nada os detuvo. Seguisteis al pie del cañón porque vuestros vecinos os necesitaban. Pero el virus si pudo con vosotros. Os fuisteis casi a la vez. Está claro que pasara lo que pasara teníais que estar juntos. Y así os imaginamos

Estas despedidas son sólo una mínima parte de las que nunca se produjeron. Testimonios de una docena de familias que no pudieron decirle adiós a los suyos en lo peor de la pandemia. Todos ellos se han sincerado con NIUS y aunque hablan en primera persona, representan a miles de afectados.