Tres jóvenes explican a los padres divorciados cómo enviar contenido íntimo durante la cuarentena

  • Si hay algo que los centennials y los millennials dominan es el arte del sexting

  • “Las fotos siempre de cuello para abajo o con la cara pixelada, y a ser posible con un fondo neutro”

Pocos son los adolescentes que piden asesoramiento sexual a sus padres, y si lo miramos al revés tampoco mejora la cosa. Es más probable que aterrice un OVNI en el parque del Retiro a que unos padres pidan consejos sobre sexo a sus hijos. Sin embargo, los millennials tienen mucha información que ofrecer, y por eso hoy hemos recopilado los mejores trucos sobre sexting que cualquier padre divorciado querría conocer.

¿A qué edad se acaba el sexo?

Hasta hace unos años existía la falsa creencia de que la menopausia disminuía la libido, y si bien es cierto que puede alterar las hormonas, hay muchos más factores en juego que pueden hacer que el apetito sexual aumente: ya no hay que preocuparse por un embarazo no planificado, y con la edad es más fácil decir lo que quieres porque tienes más confianza y seguridad que cuando eres joven. Con los hombres sucede algo parecido, y es que el sexo no es como la batería del móvil, que se acaba cuando le damos mucho uso.

Por un lado, cada vez es más normal que exploremos nuestra sexualidad sin tabúes independientemente de nuestra edad, nuestro género o nuestra orientación. Por otro lado, empezar una relación de pareja después de un divorcio o de enviudar ya no está mal vito (¡y menos mal!). Esta suma de factores hace que la sexualidad de nuestros padres no sólo no sea mala, sino que muchas veces es mejor que la de cualquier veinteañero.

Sin embargo, hay una cosa que algunos padres no dominan del todo: la tecnología. Algo tan básico como hacer una videollamada, filtrar una foto o bloquear el corrector del móvil para que no nos juegue una mala pasada puede ser una odisea para alguien que no se ha criado con un móvil pegado a las manos.

Por eso hoy hemos preguntado a varios veinteañeros expertos en sexting cómo perder la vergüenza inicial, qué no se debe hacer jamás y cuáles son sus trucos para triunfar en el sexo telefónico.

El primer paso es quitarte la vergüenza

Candela tiene 21 años y lleva saliendo con su novio tres años, el último a distancia. La práctica la ha convertido en una experta del sexting, y es que cuando tu pareja vive a ciento de kilómetros de ti, no te queda otra que adaptarte.

"Al principio yo no era muy fan del sexting, pero a veces el cuerpo te pide una alegría y al final le coges el gustillo”, confiesa. "Yo creo que lo mejor es empezar muy sutilmente, dejando caer alguna cosa que suene sexy, pero tampoco muy brusca. Por ejemplo, «he soñado contigo esta noche», y poco a poco ir subiendo el tono".

"Es normal sentirte un poco rara al principio", añade, "sobre todo si es la primera vez que practicas sexting". "De todos modos yo creo que nos tenemos que quitar de la cabeza la idea de que el sexting es algo malo o que si se filtra la conversación vamos a hacer el ridículo. A ver, obviamente hay que tener un poco de cabeza y no mandar fotos en las que se vea tu cara (aunque confíes al cien por cien en tu pareja), pero el primer paso para disfrutar es quitarte la vergüenza”.

No a las frases cortas

Oliver también tiene mucha experiencia en el arte del sexting. "Tengo 24 años y no tengo pareja, pero eso no significa que no pueda tener conversaciones calentorras con mis ligues del momento", comparte entre risas.

"Yo creo que el mejor consejo que puedo dar a alguien que se está iniciando en el sexting es que no sea escueto. No hay nada más cortarrollos que una frase corta o que te respondan con monosílabos. Si tienes que escribir una parrafada de 200 palabras para describir como harías sexo oral, pues te esmeras y la escribes. Anda que no hay sinónimos. Y si colapsas y no sabes qué decir, échale imaginación y piensa en lo que te gustaría que te hicieran o hacer en el momento".

Su gran aliado es el bloc de notas del móvil: "cuando estoy inspirado, me pongo a escribir alguna cosa sexual. Después cuando hago sexting solo tengo que copiar y pegar".

"Hay que perder un poco las inhibiciones, porque al final es una forma de explorar tus fantasías de manera virtual. Yo al principio no me atrevía a practicar BDSM en la vida real, así que empecé a hablar del tema durante el sexting. Así vas explorando tus límites y también lo que a la otra persona le gusta. Tienes la seguridad de que estas en tu casa, y también descubres cosas que te gustan pero que nunca te habías imaginado”, añade.

Las fotos siempre de cuello para abajo o con la cara pixelada

Sara tiene 22 años y sus primeras experiencias de sexting. Por suerte entendió que ella no tenía la culpa, y poco a poco se reconcilió con esta práctica.

"Tenía un novio al que quería mucho, en plan que habría puesto la mano en el fuego por él. Pues envió una foto mía a su grupo de amigos y obviamente se veía que era yo porque era mi habitación. Me volví super paranoica. Esto me pasó con 17 años, siendo muy inexperta, y hasta hace un año no volví a practicar sexting", confiesa.

"Me cambió el chip. Me di cuenta de que no tenía que avergonzarme de nada, que era mi ex el que había hecho algo mal. Si me pasase ahora mismo denunciaría, la verdad", comenta con la seguridad que proporciona la experiencia.

"El lado bueno es que aprendí algunas cosas que no hay que hacer en el sexting", reflexiona Sara. “Las fotos siempre de cuello para abajo o pixeladas, y a ser posible con un fondo neutro, por ejemplo, una pared sin fotos ni posters, las sábanas, la ducha, el espejo del baño evitando detalles reconocibles”, apunta. “Y si tienes tatuajes o marcas de nacimiento, intenta que no se vean. Yo tengo un tatuaje en el brazo y otro en la espalda y suelo eliminarlos con una aplicación para el móvil de edición de fotos, pero también se puede cambiar la postura para ocultarlos”.

"De todos modos no hay que vivir con miedo. Es muy poco probable que se filtren tus fotos o conversaciones, solo le pasa a una persona de cien, así que hay que disfrutar más y no obsesionarte con el «¿y si me pasa a mí?»", comparte.

"Y ya que estoy hablando de fotos, pido por favor un poquito de nitidez. ¿Qué es eso de hacer una foto a oscuras y borrosa? Lo mejor es que haya luz natural, pero si no es posible por lo menos que sea vea bien lo que se tiene que ver. Y esto ya es de máster, pero usar filtros y cambiar la exposición, el contraste y la saturación de la foto con alguna aplicación de edición marca la diferencia entre una foto mediocre y una foto TOP", concluye.