La enfermera de Tolosa que alterna su trabajo en un quirófano con las peleas en una jaula: “He dado muchas explicaciones por tener los ojos morados”
El sábado 28 combate en la velada WOW de Topuria, en Vitoria, contra Flor Medina
Mikel Cortés, entrenador de 30 luchadores de MMA, la disciplina que ha hecho célebre a Topuria: "Un poco más y deja de ser un deporte"
San SebastiánAviguey Parra soñaba desde pequeña con ser médico, las circunstancias le impidieron lograrlo, pero a cambio descubrió en la enfermería, “una carrera superfascinante centrada en el cuidado de las personas” y a eso se dedica todos los días, durante siete horas, en Tolosa (Guipúzcoa). Después esta mujer, se cambia los guantes de látex del quirófano por las guantillas y se dedica a combatir a golpes en una jaula. Una versatilidad que la propia Aviguey resume en una frase: “Por la mañana ayudo a recomponer cuerpos y almas, por la tarde las descompongo”.
El sábado 28, esta enfermera se sube a la jaula para enfrentarse a Flor Medina, la subcampeona de España de MMA, en la velada WOW de Topuria, en Vitoria. “Es un orgullo poder pegarme con ella”, dice. Pero ¿quién es Aviguey y cómo una enfermera acaba combatiendo en artes marciales mixtas? Esta es su historia.
Esta sanitaria trabaja en el quirófano en el Hospital Asunción Klinika de Tolosa, cuando termina su jornada a las 15 horas regresa a su casa, en Beasain, y por la tarde, conduce hasta Vitoria para entrenar mínimo dos horas en el gimnasio Gaman.
"Menudita" pero de armas tomar
Esta joven de 30 años, “menudita”, de 56 kilos y 1,64 m de altura, compagina su trabajo sanitario con la práctica de las artes marciales mixtas (MMA), una modalidad de combate que combina técnicas de varias disciplinas de artes marciales y de deportes de lucha, como el boxeo, kickboxing, jiu-jitsu o muay thai, karate, judo o taekwondo, entre muchas otras.
Esta práctica deportiva le ha dejado, en más de una ocasión, “el ojo morado y la cara más o menos rota”. Lesiones por las que ha tenido que dar muchas explicaciones en la calle y en su trabajo, pero que ella aguanta estoica, porque “he aprendido a convivir con el dolor”, pero además porque, paradójicamente, “este deporte, en principio violento” a ella le ofrece “paz, calma y tranquilidad”.
Entre sus compañeros del hospital, su pasión por el MMA despierta todo tipo de reacciones, los hay que “cuando se enteran me dicen: guau, cuéntame más” y otros que “lo ven como algo superloco”, pero Aviguey no esconde su afición “ni a mis pacientes, a muchos les cuento lo que hago y alucinan”.
Esta gallega de nacimiento, asentada desde hace un tiempo en Guipúzcoa, comenzó a practicar MMA, en Madrid: “Desde siempre acarreaba una mochila de rabia y mi forma de domar esa rebeldía fue haciendo este deporte”, explica. Aviguey que se autodefine como “extremista”, pronto descubrió que esta práctica la motivaba y que no podía limitarse a entrenar y listo, “tengo que combatir en competiciones, que ir a por todas”, pensó.
"Un orgullo pegarme con ella"
Su próximo reto será este sábado 28 en Vitoria, durante la velada WOW MMA del mismísimo Ilia Topuria que se celebrará en el Buesa Arena. En la jaula se verá las caras con la subcampeona de España, Flor Medina. Palabras mayores, pero Aviguey no es de las que se achantan, “nunca me subo a la jaula pensando que voy a perder”, aunque “tengo los pies en el suelo y sé que un mal golpe le puede pasar a cualquiera, pero tengo la tranquilidad de ir con los deberes hechos”.
Así, si una semana cualquiera Aviguey entrena cinco días, de cara a participar en una competición, “solo descanso un día”, el resto los consagra a trabajar la parte técnica y los fines de semana a hacer cardio y pesas, la parte más física. Todo ello, siguiendo una equilibrada dieta, que “sin ser resctrictiva” sí le obliga renunciar a dulces y caprichos. “Esta mañana, mientras mis compañeras se comían unos bollos en el descanso, yo estaba con mi manzana”, relata. Renuncias que no le pesan porque “antes era muy caótica, también en las comidas, y ahora he conseguido mantener un orden que me ayuda y me aporta calma”.