Las cadenas de gasolineras más baratas, según la OCU

Los precios de los carburantes han alcanzado máximos históricos. OCU ha comparado los precios de 10.000 gasolineras para averiguar cuáles son las más baratas. Hemos constatado también que la evolución de los precios en las grandes cadenas petroleras españolas durante abril y mayo fue peor que en otros países europeos. Ante esta situación, OCU pide que se eliminen temporalmente los impuestos a la energía y aconseja usar el Localizador de gasolineras para encontrar las que tienen buenos precios.

Los carburantes están en precios nunca vistos y localizar una gasolinera con buenos precios se ha convertido en una misión difícil. OCU ha revisado la evolución de los carburantes a lo largo de estos últimos meses para localizar las estaciones de servicio con los mejores precios y las cadenas más económicas.  

BonÀrea es la cadena más barata en gasóleo A y gasolina 95. Se trata de una cadena de supermercados y estaciones de servicio en Cataluña y zonas limítrofes de Aragón. Le siguen las cadenas de gasolineras automáticas Plenoil, GM Oil (ligada a los cash GM) y Campsa Express, la variante low cost de Campsa. Petroprix iguala a las anteriores, pero solo en diésel. 

Para el caso del gasóleo, las más caras son Repsol, BP, Petronor, Petrocat y Valcarce. Sus precios son al menos un 8% más onerosos de media que las más baratas, lo que supone un sobrecoste de hasta 0,18 euros/litro. También Petrocat y Valcarce son las más caras para gasolina 95, con una diferencia de hasta el 12%, lo que supone unos 0,20 euros/litro.

Una pandemia y una guerra disparan los precios

La caída brusca de la demanda de combustible por el confinamiento provocó que los países productores de petróleo redujeran su producción. Al retornar la actividad también de forma brusca, no pudieron atender rápidamente la demanda, lo que hizo que subieran los precios. A finales de febrero de 2022, el estallido de la guerra de Ucrania disparó unos precios que ya eran altos, hasta situarlos a finales de junio por encima de los 2 euros/litro, tanto para el diésel como para la gasolina. Además, es bien conocido que, en España, los precios en los surtidores reaccionan de inmediato cuando se eleva el coste del barril (efecto “cohete”), pero descienden muy lentamente si el crudo baja (efecto “pluma”).

Para paliar esta situación, el Gobierno aprobó una rebaja de 20 céntimos por litro, que empezó a aplicarse en abril, pero que ha sido pronto absorbida por las subidas continuadas. Los fondos para esta subvención los aporta el Estado, excepto para las estaciones de servicio de las compañías con capacidad de refino, Repsol, Cepsa y BP, que deben aportar 5 de esos 20 céntimos, mientras el Estado pone 15.

Lérida y Teruel, las provincias con mejores precios

¿Y hay diferencias por zonas? Claramente sí. Hemos investigado también el nivel de precios por provincias, fijándonos en el porcentaje de gasolineras con precios claramente por debajo de la media, al menos 5 céntimos inferiores. 

Lérida y Teruel son las provincias donde es más fácil encontrar una gasolinera económica. Por el contrario, menos del 10% de las estaciones de servicio de Asturias, Orense, Guipúzcoa y Baleares ofrecen precios 5 céntimos más bajos que la media.

En España los precios bajaron menos que en otros países UE

Otro fenómeno que OCU ha constado es que, mientras que los precios en España han ido experimentando una subida paralela a la de otros países europeos, no ocurrió igual cuando los precios empezaron a bajar en abril y mayo: la evolución en España fue 5 céntimos peor que la de otros países de la Unión Europea

El desfase podría ser casual, pero también puede estar relacionado con los 5 céntimos que las grandes petroleras debían aportar para sufragar la medida. A partir de finales de mayo, la nueva maratón de subidas y el efecto de las diferentes medidas de alivio en distintos países hace complicada la comparación entre ellos.

¿Soluciones a corto plazo?

La situación mundial sigue siendo muy complicada y no se vislumbra un cambio de tendencia a corto plazo. Para paliar los efectos en los bolsillos de los consumidores, OCU va a pedir al Gobierno que suspenda de forma temporal los impuestos a la energía, incluidos los que gravan los carburantes.