El Gobierno dará 150.000 euros a las empresas que implanten la jornada laboral de cuatro días

El Ministerio de Industria y Comercio dará hasta 150.000 euros a las pequeñas y medianas empresas (pymes) que implanten la jornada laboral de cuatro días sin reducir los sueldos. Tendrán que mantenerse en el proyecto lanzado desde el Gobierno al menos durante dos años.

Este el plan de proyecto piloto para introducir esta jornada, que se publicará en los próximos días para las pymes españolas que apliquen una reducción mínima del 10% de la jornada laboral y mantener este plan durante, al menos, dos años.

El plan, fruto de un acuerdo entre el Ejecutivo y Más País para garantizarse el apoyo de este partido a los presupuestos de 2022, se prevé que beneficiará a unas 60 o 70 pymes y no a las 160 empresas que preveía el partido liderado por Iñigo Errejón.

 El proyecto piloto, con un presupuesto de 10 millones de euros, según el acuerdo alcanzado con el partido de Íñigo Errejón, pero se reduce la cantidad de empresas que podrán optar a la ayuda, ya que Más País estimaba que podrían sumarse 160 pymes.

Jornada laboral de 4 días buscan mejorar la productividad y la conciliación familiar

Este proyecto piloto, como ya está demostrado en otros países, busca mejorar la productividad, la conciliación familiar, la igualdad de oportunidades y la salud física y mental de los trabajadores.

Además, las empresas deberán incorporar medidas organizativas, de procesos productivos y de formación para generar una mejora de la productividad que compense en los mayores costes salariales. También se fijarán indicadores para medir la evolución de la productividad.

Para respaldar este esfuerzo inicial, el Gobierno prevé ayudas directas temporales por los costes asumidos por la empresa como consecuencia de la reducción de la jornada y de implementación de nuevas fórmulas organizativas y la formación, como constaba en el proyecto sometido a consulta pública.

En ese documento, también se planteaba la posibilidad de financiar parte de los costes salariales de los trabajadores que se sumen a la reducción de la jornada laboral, los costes de formación relativa a la optimización del tiempo de trabajo, los costes de colaboraciones externas o los costes de personal interno necesarios para el diseño o rediseño de procesos.