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Los contribuyentes están llamados a saldar cuentas con la Agencia Tributaria. Tenemos la posibilidad de ser ayudados por un asistente virtual. Uno de los aspectos que muchos deben tener en cuenta está relacionado con los hijos. Los niños desgravan en la renta. Es una de las cosas que suele decirse, pero hay que añadirle algunos matices. Para empezar, los hijos que se incluyan en la declaración de la renta deben tener menos de 25 años, estar empadronados en el domicilio de sus padres, tener rentas inferiores a los 8.000 euros y no haber presentado la declaración de la renta por su cuenta con rentas superiores a los 1.800 euros.
No obstante, los hijos mayores de 25 años que tengan una discapacidad superior al 33% y cumplan el resto de los requisitos también podrán añadirse en la declaración de la renta. Asimismo, en función del número de hijos y de si éstos tienen o no una discapacidad la deducción que se podrá percibir de ellos será diferente.
Con esta cuantía puede ocurrir que, pese a que en un principio el resultado de la declaración saliera a pagar, finalmente se quede en tablas o el Estado tenga que devolver una parte. Al fin y al cabo, se entiende que los descendientes menores de 25 años mencionados dependen del declarante y que, por lo tanto, le suponen un coste económico.
Los descendientes menores de 25 años (o mayores con una discapacidad superior al 33%) que cumplan con los requisitos mencionados se incluyen entre las casillas 075 y 082.
Cada una de ellas sirve para aportar una información determinada de estas personas: NIF o NIE del hijo en caso de tenerlo (075); nombre y apellido (076); fecha de nacimiento (077); fecha de adopción si procede (078); grado de discapacidad en caso de tenerla (079); vinculación con el menor en caso de que el niño no sea descendiente común del declarante y el cónyuge (080) y otras situaciones especiales (082).
El declarante debe tener en cuenta todas las situaciones que tienen las personas menores de 25 años que quiere incluir en la declaración y rellenar las casillas correspondientes. Una vez introducida esta información el contribuyente podrá ver la desgravación que le corresponde. Dicha cantidad se tendrá en cuenta en el balance que realiza Hacienda para determinar si a ese usuario le toca pagar, le tienen que devolver una cantidad o queda en tablas.
“Es importante rellenar los datos de los descendientes menores de 25 años correctamente para evitar cualquier tipo de problema con la Agencia Tributaria. Si no nos vemos capaces de hacerlo por nuestra cuenta podemos pedir cita telefónica o presencial para que un técnico de la Agencia Tributaria nos ayude a realizar la operación”, explica Antonio Gallardo, experto de Banqmi.
Realizar la declaración de la renta es un proceso que conlleva un tiempo, puesto que hay que revisar que todo esté correcto para no tener problemas con la Agencia Tributaria en el futuro. Sin embargo, es mejor no postergarlo, puesto que puede pasar que finalmente al usuario se le acabe pasando el plazo.
Si a una persona se le pasa el plazo para presentar la declaración de la renta tendrá que afrontar una sanción económica. El importe de ésta dependerá de si el resultado de la declaración es positivo (que le toque pagar a Hacienda) o negativo (la Agencia Tributaria debe devolver una parte).