Los mayores de 65 años en España tienen una renta superior a la europea mientras que casi el 25% de los jóvenes no llega a fin de mes

España ha dado la vuelta a una situación histórica. Por primera vez, los pensionistas españoles superan en ingresos a la media europea. Con un 6,4% más que sus homólogos del continente, las personas mayores de 65 años se han convertido en el grupo con mejores condiciones económicas del país. Así lo revela el último informe elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la Fundación BBVA, informan E. Moral y N. Cons.

Este cambio contrasta con la situación de los trabajadores activos en España, cuyos sueldos siguen por debajo del promedio europeo, concretamente un 7,3% menos. Una brecha que se agranda al comparar los ingresos de los mayores con los de los jóvenes.

La brecha generacional se agrava

La generación del baby boom no solo cobra más que la media europea, sino que también supera los ingresos de los jóvenes españoles, incluso cuando estos comparten el mismo nivel educativo. En palabras del informe, los boomers cobran hasta un 25% más.

Una diferencia que se traduce en una mejor calidad de vida: “Da para el alquiler, comer y poco más”, comenta un joven sobre sus propias condiciones. Cerca del 25% de los jóvenes en España tiene dificultades para llegar a fin de mes.

“No creo que esta situación sea muy positiva”, lamenta otro joven entrevistado.

Formación, la clave de la desigualdad

El estudio subraya además la importancia de la formación como elemento determinante en las diferencias salariales. Lorenzo Serrano, director del informe, destaca: “Los salarios de los mayores con estudios superiores multiplican por 2,5 veces el de los mayores con estudios básicos”.

Además de permitir rentas más elevadas, un mayor nivel formativo se asocia también a una mejor salud y bienestar emocional, lo que se traduce en un envejecimiento más activo, tanto en el ámbito laboral como social.

Presión sobre el sistema

El envejecimiento de la población, sin embargo, plantea desafíos importantes. La esperanza de vida en España ha aumentado casi una década desde los años 70, lo que añade presión sobre el sistema de pensiones y la sostenibilidad de la Seguridad Social.

Así, mientras los mayores disfrutan de una situación privilegiada, el país encara un reto estructural: equilibrar el sistema sin dejar atrás a las generaciones más jóvenes.

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