Cómo afecta la subida de las pensiones de la Seguridad Social al IRPF y la renta 2025
Este incremento puede implicar que se cruce el umbral de ingresos obligados a declarar
Las pensiones de la Seguridad Social están consideradas como rendimientos del trabajo a efectos del IRPF, igual que un salario
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MadridLa revalorización de las pensiones en España es una medida celebrada por los millones de jubilados que cada año ven cómo su poder adquisitivo se ajusta —al menos en teoría — al coste de la vida. Pero este aumento también puede tener efectos fiscales que pasan desapercibidos hasta que llega el temido momento de enfrentarse a la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En la campaña 2024-2025, estas implicaciones se harán notar más que nunca, y es importante conocerlas para evitar sorpresas desagradables con Hacienda.
De esta forma, en 2024, las pensiones contributivas se revalorizaron un 3,8%, en línea con el Índice de Precios al Consumo (IPC) medio del año anterior. Por su parte, las pensiones mínimas y no contributivas experimentaron subidas incluso mayores: del 6,9% y del 6,8% respectivamente, tal como confirmó el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en enero de este año.
Aunque v, o que pasen a tributar en un tramo superior del IRPF.
¿Cuándo tiene que hacer la Renta un pensionista?
El umbral general para quedar exento de declarar la Renta en 2024 sigue siendo de 22.000 euros anuales si se ha tenido un solo pagador (habitualmente, la Seguridad Social), o de 15.876 euros si se ha tenido más de un pagador, y el segundo y siguientes han aportado más de 1.500 euros.
Esto significa que muchos pensionistas que hasta ahora estaban por debajo del límite, podrían verse obligados a declarar si el incremento de su pensión les hace superar estos baremos.
Por ejemplo, un jubilado que cobraba una pensión de 1.300 euros mensuales en 2023 y no presentaba la Renta, podría superar los 15.876 euros anuales con la subida aplicada este año, especialmente si recibe ingresos adicionales como alquileres o una pensión complementaria privada.
Cómo influye el IRPF en las pensiones
Las pensiones de la Seguridad Social están consideradas como rendimientos del trabajo a efectos del IRPF, igual que un salario. Por tanto, están sujetas a retención de impuestos, en función de la cuantía total anual, el número de pagadores y la situación personal y familiar del pensionista (estado civil, hijos a cargo, discapacidad, etc.).
La Seguridad Social ajusta automáticamente la retención del IRPF en función de los datos que tiene, pero estos no siempre están actualizados ni reflejan toda la realidad del contribuyente. De ahí que algunos jubilados, al presentar la declaración, se encuentren con que deben abonar una cantidad inesperada, especialmente si el tipo de retención aplicado ha sido insuficiente.
Hay que saber que el IRPF es un impuesto progresivo, lo que significa que no se aplica un único porcentaje sobre todos los ingresos, sino que estos se dividen en tramos con tipos distintos. En 2024, los tramos nacionales vigentes son los siguientes:
- Hasta 12.450 euros: 19%
- 12.451 a 20.200 euros: 24%
- 20.201 a 35.200 euros: 30%
- 35.201 a 60.000 euros: 37%
- 60.001 a 300.000 euros: 45%
- Más de 300.000 euros: 47%
Con una pensión media que, tras la subida, ronda los 1.400 euros mensuales (16.800 euros anuales), muchos jubilados se sitúan en el segundo tramo, y algunos empiezan a rozar el tercero. Eso puede traducirse en mayores retenciones o más impuestos a pagar si no se han hecho ajustes previos.
En definitiva, la subida de las pensiones en 2024 es una noticia positiva, pero con implicaciones que los jubilados no pueden ignorar. Aunque no se trata de una subida impositiva directa, sí supone que más personas estarán obligadas a declarar y, en algunos casos, a pagar.