Hacienda puede multarte por transferir dinero a un familiar: los bancos alertan en ciertos casos

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Una persona sosteniendo billetes.Pixabay
  • La Agencia Tributaria ha intensificado los controles sobre las transferencias bancarias

  • Las transferencias superiores a 10.000 euros deben ser declaradas ante la Agencia Tributaria

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Enviar dinero a un familiar puede parecer una acción cotidiana sin mayores implicaciones legales. Sin embargo, en la actualidad, la Agencia Tributaria ha intensificado los controles sobre las transferencias bancarias, con el objetivo de detectar posibles irregularidades, prevenir el fraude fiscal y frenar el blanqueo de capitales.  

Estas medidas, además de reforzar la transparencia en el movimiento de fondos, afectan directamente a los ciudadanos que realizan operaciones aparentemente inocuas, como ayudar económicamente a un hijo, hermano o pareja. 

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Por eso, es más importante que nunca estar al tanto de las normas que regulan estas transferencias, especialmente cuando se trata de importes elevados. Un simple descuido o desconocimiento puede traducirse en multas significativas y otras sanciones económicas que, en muchos casos, podrían haberse evitado con una correcta planificación o asesoramiento. 

Límites que Hacienda vigila en las transferencias familiares 

La normativa fiscal establece que las transferencias superiores a 10.000 euros deben ser declaradas ante la Agencia Tributaria. Este umbral responde al objetivo de identificar posibles donaciones encubiertas entre particulares que no han sido registradas ni tributadas como tales.  

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En paralelo, las operaciones que superen los 6.000 euros también pueden ser examinadas en virtud de la Ley de Prevención del Blanqueo de Capitales y Financiación del Terrorismo. 

Lo que declaran los bancos (aunque tú no lo hagas) 

Aunque como ciudadano no estés obligado a incluir todas las transferencias en tu declaración de la renta, sí debes saber que las entidades financieras informan automáticamente a Hacienda de aquellas operaciones que rebasan estos umbrales. Es decir, el control existe, aunque tú no hayas tomado ninguna iniciativa. 

Por ello, es fundamental que cualquier movimiento económico pueda ser justificado. Desde el origen de los fondos hasta la finalidad de la transferencia, todo debe estar documentado y respaldado por pruebas si Hacienda decide solicitar aclaraciones. 

Qué pasa si no declaras una transferencia elevada 

En caso de que la Agencia Tributaria detecte una donación no declarada, la operación puede ser interpretada como una infracción tributaria. Las consecuencias pueden ir desde una multa mínima de 600 euros hasta el 50% del valor total transferido, dependiendo de la gravedad de la omisión. 

Cuando la transferencia supera los 10.000 euros y no se ha informado mediante el correspondiente formulario, las sanciones pueden alcanzar los 150.000 euros, sobre todo si se considera que el movimiento fue intencionadamente ocultado o encubre alguna práctica fraudulenta. 

Además de la penalización económica, el infractor podría enfrentarse a advertencias formales (públicas o privadas) que, aunque no impliquen más consecuencias inmediatas, quedan registradas en el historial del contribuyente. 

Cómo evitar problemas con Hacienda al transferir dinero 

La mejor forma de protegerse ante estas situaciones es actuar con anticipación y transparencia. En primer lugar, conviene consultar con un profesional que conozca bien las implicaciones fiscales de este tipo de operaciones. Un asesor fiscal podrá ayudarte a declarar correctamente la transacción, utilizando los modelos establecidos, como el Modelo S1 en el caso de movimientos de efectivo superiores al umbral permitido. 

También es recomendable evitar fraccionar transferencias con el fin de eludir la supervisión. Esta práctica, aunque habitual, puede ser fácilmente detectada por los sistemas automáticos de Hacienda, que rastrean patrones de movimiento financiero para identificar intentos de evasión. 

Documentación y registro, claves para la tranquilidad 

Llevar un registro detallado de cada operación no solo es una buena práctica contable, sino que también te servirá como respaldo si en algún momento necesitas demostrar la licitud de la transferencia.  

Guardar comprobantes, justificantes y cualquier documentación relacionada será de gran ayuda ante una posible revisión por parte de la administración.