Declaración de la Renta

Hacienda puede sancionar con hasta 30.000 euros si se hace mal la declaración de la Renta

Un simple error puede tener consecuencias. EUROPA PRESS
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Cada año, millones de contribuyentes en España se enfrentan a una obligación clave: la Declaración de la Renta. Aunque existen herramientas y asistencia para facilitar el proceso, un simple error puede tener consecuencias serias.  

El plazo para presentar la declaración correspondiente al ejercicio 2024 finaliza el 30 de junio de 2025, y conviene no dejar nada al azar. 

Lo que muchos no saben es que un fallo involuntario puede derivar en sanciones económicas considerables. La normativa fiscal vigente permite a la Agencia Tributaria imponer multas que pueden llegar hasta los 30.000 euros, incluso cuando no hay intención de defraudar. Por eso, entender las reglas del juego es vital para evitar sustos. 

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La importancia de no cometer errores en la declaración 

El sistema fiscal español no contempla un derecho al error de forma expresa. Esto significa que, si haces mal la Declaración de la Renta, podrías verte afectado por sanciones, aunque el fallo sea por desconocimiento o descuido. Este enfoque se ha criticado por su dureza, y organismos como el Consejo para la Defensa del Contribuyente han propuesto mecanismos para permitir rectificaciones voluntarias sin penalización. 

Actualmente, si cometes un error en el IRPF y no lo subsanas a tiempo, Hacienda puede considerar que has incurrido en una infracción. El tipo de multa dependerá de la gravedad, de si ha habido perjuicio económico para la administración y de si existió o no intención de engaño. 

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Multas por errores involuntarios o datos inexactos 

Una equivocación en los datos fiscales, como omitir ingresos, declarar de forma incorrecta una deducción o confirmar el borrador con errores, puede ser suficiente para recibir una notificación. En estos casos, la Agencia Tributaria está facultada para imponer sanciones que van desde los 100 euros hasta importes mucho mayores si se considera que el error afecta a la liquidación final. 

Si el error se detecta y se corrige antes de que Hacienda actúe, las consecuencias pueden ser menores, especialmente si la declaración salía a devolver o a cero. Pero si es la propia administración la que descubre el fallo, se abren la puerta a sanciones proporcionales al perjuicio generado. 

Declaraciones fuera de plazo o sin presentar 

Presentar la Declaración de la Renta fuera del plazo fijado puede acarrear recargos e intereses. Si el resultado es a pagar, el recargo puede ser del 5%, 10%, 15% o hasta el 20% más intereses de demora, dependiendo del tiempo transcurrido desde la fecha límite. 

Sin embargo, es preferible presentar la declaración tarde antes que no presentarla. Si se hace sin requerimiento previo, los recargos son menores. Pero si Hacienda detecta que debiste presentar y no lo hiciste, puede aplicar una multa fija de 200 euros o una proporcional al importe no declarado. 

Sanciones por documentos falsos o información manipulada 

Cuando se incluye información falsa con el objetivo de obtener un beneficio indebido, la situación se agrava. En este caso, Hacienda puede considerar la acción como una infracción grave o muy grave, y las sanciones pueden alcanzar hasta el 150% del importe que se intentó deducir o recuperar de forma fraudulenta. 

Estas acciones también pueden tener efectos secundarios, como la exclusión de subvenciones, la imposibilidad de acceder a ayudas públicas o repercusiones legales si se considera delito fiscal. 

Omisiones en el NIF o identificación incorrecta 

Otro motivo habitual de sanción es la omisión del Número de Identificación Fiscal (NIF) o el uso incorrecto de referencias tributarias. Esta falta, en apariencia menor, puede generar multas que oscilan entre los 150 y los 30.000 euros, dependiendo de la gravedad y del posible perjuicio que haya supuesto para la administración. 

El motivo por el que Hacienda te puede multar con hasta 30.000 euros si haces mal la Declaración de la Renta también está relacionado con el uso de información inexacta o incompleta en otros apartados clave del formulario, como datos personales, familiares o deducciones autonómicas. 

Falta de respuesta a requerimientos 

No atender un requerimiento de la Agencia Tributaria o aportar la documentación solicitada fuera de plazo puede derivar en una multa de 100 euros por cada incumplimiento formal. Esto incluye olvidarse de responder una notificación o no justificar un dato declarado. 

Incluso si el resultado de la declaración es a devolver, la falta de colaboración con el procedimiento de revisión puede implicar una penalización. Por eso, mantener una comunicación fluida y estar pendiente del buzón electrónico de Hacienda es clave para evitar estas situaciones. 

El valor de la buena fe y la colaboración 

Aunque no existe oficialmente un derecho al error, Hacienda puede valorar si el contribuyente actuó de buena fe y si corrigió el error por iniciativa propia. Estas actitudes pueden mitigar las consecuencias o incluso evitar la imposición de sanciones en algunos casos. 

En este sentido, hay propuestas para que el sistema tributario contemple mecanismos que permitan rectificar sin penalización, al menos en casos donde el error sea evidente, sin intención de defraudar y se repare de forma voluntaria y rápida.