Sí, el ataque con drones a Arabia Saudí puede afectar a tu bolsillo

  • Ha provocado un aumento del precio del crudo de aproximadamente un 10%

  • José Carlos Díez, experto economista nos explica cómo puede afectar a nuestra economía

  • El mayor problema es que no se sabe si va a haber más ataques ni cuánto va a durar la situación

El bombardeo con drones a varias refinerías de Saudi Aramco, la empresa estatal de petróleo y gas de Arabia Saudí, ha hecho que se resientan los cimientos de la economía a nivel mundial. Su efecto más inmediato ha sido un incremento en el precio del crudo de aproximadamente un 10%, la mayor subida en una jornada de las últimas tres décadas. ¿La razón? Arabia Saudí, uno de los principales productores de petróleo del mundo, y el mayor exportador, –en la pugna con EEUU–, anunciaba después de sufrir los ataques la interrupción de 55,7 millones de barriles de crudo al día.

Nada más conocerse, el precio del barril de Brent, de referencia para Europa, repuntaba un 13,88%, llegando a picos del 18%, hasta situarse en los 68,58 dólares.

Por su parte, el precio al que se negocian los contratos de futuros del barril West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, se situaba en los 62,1 dólares, lo que implica un incremento del 13,5% y su mayor precio desde el pasado 22 de mayo.

¿Cómo afecta a nuestro bolsillo?

“En las familias prácticamente nos gastamos el 8% de nuestra renta en combustible”. Esto es, de prolongarse en el tiempo, “una subida del 10% tendría un impacto muy potente".

Así lo explica a Informativos Telecinco el economista José Carlos Díez, quien señala que el evento, en estos términos, ha sido “muy fuerte”. “La caída de producción de petróleo de 5 millones es la mayor de toda la historia. La guerra Irán-Irak del 80 duró dos años; la invasión del Golfo casi un año (1990-1991)... En este caso es un evento muy corto y muy intenso. La duda que nadie sabe, y por eso el mercado ha reaccionado como ha reaccionado, es si va a haber más ataques". Ahí está la clave de la cuestión, señala: "Si esto se mantiene todo el año, evidentemente tendrá un impacto sobre el consumo privado, sobre el empleo, sobre el PIB, sobre la industria, donde las empresas que usan el petróleo tendrían costes de producción más caros... La duda es cuánto va a durar esto, y si va a remitir o no". Una duda que, especialmente en un contexto rodeado de una enorme tensión política en la que EEUU e Irán, –que según Trump tiene la culpa de los ataques–, han tomado ya posición, se antoja impredecible.

Aún es pronto para una gran alarma

Con todo, señala Díez, “para provocar una recesión mundial fuerte como pasó en el 80 o en el 91, tendríamos que ver primero un petróleo más alto, entre 80 o 90 dólares”, –en lugar de entre 60 y 70–, que son “los valores que hemos visto este año”. “Si lo veo por encima de 80 me empezaría a preocupar”, apunta.

Por otro lado, subraya que, efectivamente ahora “el petróleo es menos dependiente de lo que era en el 80 y en el 91”. Además, hay más países produciendo. “Rusia produce prácticamente lo mismo que Arabia Saudí. EEUU produce más... y eso reduce la dependencia que tenía el mundo de Arabia Saudí”, aclara.

De haber transcurrido un suceso así en 1980 o 1990 "su impacto habría sido verdaderamente brutal", pero hoy, indica, “la economía mundial, cada vez, gracias a las renovables y toda la diversificación, es menos dependiente del crudo”.

Además, un efecto colateral que podría resultar indirectamente positivo es que, “cuanto más suba el precio del crudo, más rápido será todo el tema de la transición a la renovable", tal como nos explica.

Tensión bélica

Enfrentados desde 2014 al Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi en una guerra en la que cuentan con el respaldo de Irán, los huthis reivindicaron el sábado la autoría del doble ataque contra las refinerías. En total, diez drones que impactaron contra dos instalaciones petroleras, ubicadas en Abqaiq y Hijrat Jurais respectivamente, tal como se informó desde Riad, capital saudí. Afortunadamente, no hubo daños personales, pero el ataque ha hecho resonar los tambores de guerra.

Nada más producirse el suceso Donald Trump se dejaba ver por su red social predilecta: "El suministro de petróleo saudí ha sido atacado. (...) Estamos esperando a que se verifique y a ver qué dice Arabia Saudí, quién cree que está detrás de este ataque y bajo qué condiciones debemos proceder", escribió, antes de anunciar, –sacando pecho–, que EEUU no tenía por qué preocuparse y que había dado órdenes de emplear si era preciso la Reserva Estratégica de Petróleo, administrada por el Departamento de Energía que contiene actualmente cerca de 645 millones de barriles de petróleo.

No fue lo único que dijo, porque poco tardaron en dejarse ver en la Casa Blanca los dedos que señalaban a Irán como presunto responsable de los ataques. “Parece que es así”, ha dicho, añadiendo a preguntas de los medios: "Ya os informaremos cuando lo sepamos seguro. Ahora mismo se está comprobando. Creemos que sabemos quién fue. Parece que lo más probable es que fuera Irán", ha sentenciado.

Entre tanto, Arabia Saudí ha invitado a expertos internacionales y de la ONU a participar en la investigación destinada a determinar, efectivamente, quién está detrás de estos actos, condenados con rotundidad por “amenazar la paz y la seguridad internacionales”.