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MadridEl oro ha sido históricamente considerado un refugio seguro para los inversores, especialmente en tiempos de incertidumbre económica. Sin embargo, al adentrarse en el mundo de la inversión en este metal precioso, es importante conocer los límites e implicaciones fiscales que esto conlleva según la normativa vigente en España. La fiscalidad aplicable puede variar según el tipo de oro adquirido y la naturaleza de la transacción realizada.

Compra de oro: ¿está sujeta al IVA?

La adquisición de oro en España puede o no estar sujeta al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), dependiendo de si se considera "oro de inversión" o no.

Oro de inversión exento de IVA

Según la Agencia Tributaria, se considera oro de inversión a:

  • Lingotes o láminas de oro: Deben tener una pureza igual o superior al 99,5% y cumplir con los pesos establecidos en la normativa.
  • Monedas de oro: Deben tener una pureza igual o superior al 90%, haber sido acuñadas después de 1800 y ser o haber sido de curso legal en su país de origen. Además debe comercializarse habitualmente a un precio que no supere en más del 80% el valor de mercado del oro que contienen.
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En estos casos la compra de oro estaría exenta de pagar IVA en España.

Oro no considerado de inversión

Si el oro no cumple con los criterios mencionados, como es el caso de ciertas joyas o monedas que no se ajustan a las especificaciones, la compra estará sujeta al tipo general de IVA del 21%.

Venta de oro: cómo tributa en el IRPF

Al vender oro, las ganancias obtenidas se consideran ganancias patrimoniales y deben declararse en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Los tramos impositivos aplicables en 2025 son:

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  • Hasta 6.000 euros: 19%
  • De 6.001 a 50.000 euros: 21%
  • De 50.001 a 200.000 euros: 23%
  • Más de 200.000 euros: 27%

Por ejemplo, si adquirimos oro por 10.000 euros y lo vendemos por 16.000 euros, obtenemos una ganancia de 6.000 euros. Esta ganancia tributaría al 19%, lo que daría como resultado un impuesto a pagar de 1.140 euros.

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Inversión en productos financieros respaldados por oro

Además de la compra física de oro, existen instrumentos financieros que replican su comportamiento, como los fondos de inversión, ETFs (fondos cotizados) y contratos por diferencia (CFDs). Las ganancias obtenidas a través de estos productos también se consideran ganancias patrimoniales y tributan según los mismos tramos del IRPF mencionados anteriormente.

Impuesto sobre el Patrimonio

El oro físico forma parte del patrimonio del contribuyente y, por lo tanto, debe incluirse en la base imponible del Impuesto sobre el Patrimonio, siempre que se superen los mínimos exentos establecidos por cada comunidad autónoma.

Además, si posees oro en el extranjero por valor superior a 50.000 euros, se está obligado a declararlo mediante el Modelo 720.

En el caso de la recepción de oro a través de una herencia o donación está sujeta al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, cuya cuantía varía según la comunidad autónoma.

Con todo esto en mente, la decisión de invertir en oro conlleva una serie de implicaciones fiscales que dependen del tipo de producto adquirido y de las operaciones realizadas. Es fundamental estar informado y cumplir con las obligaciones tributarias para evitar posibles sanciones. Además, siempre es recomendable consultar con un asesor fiscal o financiero en estos casos, antes de realizar inversiones en oro para de esta manera garantizar que realizamos una correcta planificación y optimización fiscal.