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MadridEn la arquitectura financiera de cualquier persona, el historial crediticio funciona como una especie de radiografía que retrata su comportamiento económico ante bancos, prestamistas y, cada vez más, otros agentes como arrendadores o incluso empleadores. A pesar de su relevancia, sigue siendo un gran desconocido para muchos ciudadanos. 

En una sociedad en la que el acceso al crédito, las condiciones de una hipoteca o el simple hecho de alquilar una vivienda pueden depender de este informe, entender qué es exactamente, cómo se construye y por qué conviene cuidarlo se convierte en toda una cuestión de educación financiera elemental.

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¿Qué es el historial crediticio?

El historial crediticio refleja cómo una persona ha manejado sus obligaciones financieras a lo largo del tiempo. Incluye datos sobre cuentas abiertas y cerradas, límites de crédito, saldos actuales, y el historial de pagos. Este historial se resume en una puntuación de crédito, que varía generalmente entre 300 y 850. Tener una puntuación más alta indica que se tiene una mayor solvencia y puede facilitar el acceso a mejores condiciones crediticias. 

Son diversas las entidades y situaciones en la que se utiliza este historial, pero en general es importante para las operaciones en las que se necesita evaluar la solvencia de un individuo y determinar las condiciones de futuros créditos.

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Se puede solicitar a través de la web del Banco de España, e incluso se puede solicitar la modificación de ciertos detalles por disconformidad. 

¿Cómo se puede mejorar el historial crediticio?

  • Pagar a tiempo: El historial de pagos representa aproximadamente el 35% de la puntuación de crédito. Realizar los pagos de forma puntual es crucial para mantener o mejorar dicha puntuación. 
  • Mantener bajos los saldos de crédito: Utilizar menos del 30% del límite de crédito disponible puede también contribuir a una mejora de este puntaje. 
  • Evitar abrir múltiples cuentas nuevas en corto tiempo: Solicitar varios créditos en un periodo breve puede afectar negativamente a la puntuación. 
  • Revisar el informe de crédito regularmente: Detectar y corregir errores en el informe puede prevenir impactos negativos en el puntaje. 
  • Mantener cuentas antiguas abiertas: La antigüedad del historial crediticio contribuye al 15% del puntaje. Cerrar cuentas antiguas puede reducir la antigüedad promedio y afectar negativamente el puntaje.

¿En qué casos es útil un buen historial crediticio?

Como hemos dicho anteriormente, esta puntuación es útil en situaciones en las que se necesita evaluar la solvencia de las partes. Un buen ejemplo es cuando llega el momento de solicitar préstamos o hipotecas, cuando una buena puntuación puede facilitar la aprobación y obtener tasas de interés más bajas.

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También es relevante cuando hablamos del alquiler de una vivienda, dado que los propietarios pueden revisar el historial crediticio para evaluar la confiabilidad de los inquilinos. Esta puntuación posibilita la obtención de tarjetas de crédito con mejores beneficios, ya que un historial sólido puede calificar a una persona para tarjetas con recompensas y tasas de interés más favorables.

Finalmente, puede ser importante incluso a la hora de buscar empleo, ya que no es raro que las empresas revisen el historial crediticio como parte del proceso de selección, especialmente para puestos financieros.

Por todo esto, construir y mantener un buen historial crediticio no es solo una recomendación financiera, sino una necesidad estratégica en la vida moderna. Más allá de facilitar el acceso a créditos o hipotecas en condiciones favorables, este historial se ha convertido en un indicador de fiabilidad que impacta en múltiples esferas: desde la posibilidad de alquilar una vivienda hasta la candidatura a determinados empleos. Cuidarlo exige disciplina, información y visión de largo plazo. Porque en el fondo, un buen historial crediticio no habla solo de nuestras deudas, sino de nuestra capacidad para cumplir compromisos, gestionar recursos y anticipar el futuro.