Consejos para un alquiler tranquilo

Qué debes revisar antes de firmar un contrato de alquiler vacacional: estas son las cláusulas trampa

No todo es transparencia con los alquileres vacacionales. Telecinco.es
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Con la llegada del verano, se pueden contar por cientos de miles los españoles que se preparan para su escapada estival, reservando apartamentos turísticos en la costa, casas rurales o pisos en el centro de alguna ciudad europea. Sin embargo, a veces lo que comienza como una ilusión vacacional, también puede terminar en conflicto legal si se firma, sin leer debidamente, un contrato de alquiler que contenga cláusulas abusivas o directamente ilegales. En un mercado en el que proliferan intermediarios, plataformas digitales y particulares poco transparentes, conocer los derechos del inquilino y revisar con lupa cada punto del contrato es tan imprescindible como hacer la maleta.

Porque no todo vale en los alquileres turísticos: desde penalizaciones desproporcionadas por cancelación hasta fianzas que nunca se devuelven, el papel lo aguanta todo… pero el viajero informado, no. Te contamos todo lo que debes comprobar antes de firmar un contrato de alquiler vacacional y cuáles son las cláusulas trampa más comunes, según advierten organizaciones como la OCU o FACUA.

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Una práctica en auge... pero con trampas

El alquiler vacacional mueve más de 6.500 millones de euros al año en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Plataformas como Airbnb, Vrbo o Booking son las que concentran buena parte de estas reservas, pero también proliferan páginas web de particulares o agencias que no siempre operan con la misma transparencia.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que, aunque no hay un contrato “tipo” obligatorio para alquileres turísticos, sí existen derechos básicos que deben respetarse y cláusulas que deben evitarse por ley. “El problema es que muchos usuarios no revisan lo que firman o dan por bueno un simple correo electrónico como confirmación del acuerdo”, explican.

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Las cláusulas que debes detectar y evitar

De esta manera, a veces aparecen ciertas cláusulas excesivas en los contratos, a las que deberíamos prestar atención antes de cerrar el alquiler vacacional. Estas son las trampas más frecuentes en contratos de alquiler vacacional, según OCU y FACUA:

  • Penalizaciones desproporcionadas por cancelación: Algunas cláusulas imponen el pago del 100% del importe aunque la cancelación se produzca con semanas de antelación. Según la jurisprudencia, estas condiciones pueden considerarse abusivas si no se da un margen razonable para cancelar. Lo razonable es aplicar una penalización progresiva, proporcional al tiempo que falta para la fecha de entrada.
  • Depósitos no reembolsables sin justificación: Muchos contratos imponen una fianza por “posibles desperfectos” que luego no se devuelve, sin justificar con pruebas ni inventario firmado. “El arrendador debe entregar un documento detallado del estado inicial y justificar con pruebas cualquier daño”, advierte FACUA.
  • Gastos extra no especificados: Electricidad, limpieza, wifi... En algunos contratos se cobra por servicios que deberían estar incluidos o no se especifican claramente. Según Idealista, todos los conceptos deben estar desglosados por escrito desde el principio, especialmente si el pago se realiza por adelantado.
  • Restricciones de uso excesivas: Desde limitaciones absurdas como no poder usar la piscina en ciertos horarios, hasta la prohibición de visitas o de hacer barbacoas en exteriores. El uso del inmueble debe ser el habitual de una vivienda de vacaciones, y cualquier restricción que se quiera aplicar debe estar justificada, ser proporcionada y figurar por escrito.
  • Cláusulas de renuncia a derechos: Algunos contratos incluyen renuncias a derechos básicos, como reclamar por defectos en la vivienda o exigir factura. Estas renuncias carecen de validez legal y son nulas de pleno derecho, según advierte el portal jurídico Lexdir.

Qué debes revisar antes de firmar 

Antes de dar el “sí” a tu próxima escapada, estos son los elementos clave que debes comprobar en cualquier contrato:

  • Identificación completa del arrendador: nombre, DNI/NIE y dirección fiscal.
  • Licencia turística: obligatoria en la mayoría de comunidades autónomas.
  • Inventario y estado de la vivienda: muebles, electrodomésticos y estado general.
  • Condiciones de cancelación y reembolso: fechas, porcentajes y excepciones.
  • Importe total y desglose de costes: alquiler, fianza, limpieza, etc.
  • Forma de pago: evita pagos en metálico o por vías no rastreables como Bizum sin contrato.
  • Número de ocupantes permitidos: para evitar penalizaciones o conflictos.

El proceso que debes seguir si has firmado un contrato que contiene alguna cláusula abusiva empieza por reclamar ante el arrendador por escrito, exigiendo la eliminación o anulación de la cláusula. Si no quedas satisfecho tras esto, puedes solicitar mediación a consumo, especialmente si contrataste a través de plataformas con sede en España o la UE. También es posible acudir a asociaciones de consumidores como FACUA o la OCU para asesoramiento legal. Si nada de eso funciona, la última alternativa sería poner una denuncia en el registro de viviendas turísticas si el alojamiento no cuenta con licencia o incumple normativas locales.

El auge del alquiler vacacional ha traído consigo nuevas formas de viajar... y también nuevas formas de conflicto. Leer bien el contrato, entender cada cláusula y saber detectar abusos puede marcar la diferencia entre unas vacaciones idílicas y un quebradero de cabeza legal. Como recomienda la OCU, “antes de firmar, exige siempre una copia escrita, revisa los puntos clave y nunca pagues sin garantías claras”.