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La compra a granel online, que también se conoce como el “bulk buying”, es una práctica que combina tanto ahorro económico, como reducción de residuos plásticos. En un momento en el que el 40% del plástico producido globalmente se destina a envases de un solo uso, según la OCDE, esta nueva modalidad supone una solución efectiva y consciente. Al eliminar los embalajes individuales y recurrir a contenedores reutilizables, se aborda de raíz el problema de la contaminación plástica, salvando millones de toneladas que terminan en océanos y vertederos.

Un cambio de paradigma

Comprar a granel no solo reduce el plástico; también supone un alivio para tu bolsillo. Estudios señalan que, al prescindir de envases, se minimizan los costes de producción y distribución. Esto se refleja en un precio por unidad menor. Además, este formato de compra permite adquirir justo la cantidad que necesitas, evitando el desperdicio alimentario que ronda un 30% en muchos hogares.

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El modelo “zero waste” y las tiendas sin embalaje, cada vez más presentes en Europa promueven el uso de frascos o bolsas retornables, y su premisa es simple y efectiva: menos plástico, menos residuos. La tendencia va más allá de fronteras y límites continentales, hasta el punto de que en Estados Unidos, cooperativas como Wedge Co‑op destacan que comprar en bulk reduce drásticamente residuos y plástico no reciclable —el 96% del plástico en EE. UU. acaba en vertederos o incinerado.

Comodidad y sostenibilidad al alcance

La gran barrera histórica del granel ha sido su integración en el e‑commerce. Aunque comprar online alimentos a granel presenta retos logísticos como sería preservar la calidad, asepsia y transporte eficiente, el auge del delivery y la innovación en envases reutilizables están derribando esas barreras. Distintas plataformas permiten que los consumidores compren legumbres, cereales, especias, detergentes o cosméticos en formatos generosos, recibiéndolos en envases retornables.

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Empresas como Attitude (Canadá) y Refill‑stores en EEUU ofrecen packs a granel de productos de limpieza y cuidado personal, junto con estaciones de recarga para reutilizar frascos en casa. En España, se empiezan a ver servicios similares que combinan ahorro , permitiendo planificación de las compras con envío a domicilio, sin packaging individual y cero residuos.

Este modelo encaja con el concepto anglosajón del “precycling”: comprar evitando el desperdicio antes de generarlo, al elegir productos duraderos, rellenables o sin embalaje desde el origen.

Retos, calidad y futuro

A pesar de sus ventajas, la compra a granel online no está exenta de complicaciones. Debe enfrentarse a diversos desafíos logísticos como la higiene, fecha de caducidad y el retorno de envases, que las tiendas físicas solventan con dispensadores y controles sanitarios. El envío a domicilio requiere embalaje seguro y reciclable, lo que suma costes y puede frenar su expansión .

Otro reto es el peso medioambiental de los recipientes reutilizables: elegir entre cartón, vidrio o plástico reciclable implica analizar el ciclo de vida completo (LCA). Aunque los tarros de vidrio son ecológicos una vez amortizados, requieren un mayor consumo energético durante su fabricación y transporte .

No obstante, hay datos alentadores: en España, el 95% de los consumidores ya compra frutas y verduras sin envases; en productos secos, este porcentaje crece también de forma acelerada . El mayor reto ahora es trasladar ese hábito a plataformas online, sistematizando envíos de envases retornables, descuentos por botellas retornadas e incentivos para usuarios responsables.

De esta forma, comprar a granel online fusiona sostenibilidad y eficiencia económica sin renunciar a la comodidad digital. Rompe con la lógica del envase único, reduce plásticos tóxicos, apoya productores locales y favorece una planificación de compra más consciente. No obstante, requiere superar la logística inversa, garantizar higiene alimentaria y optimizar el ciclo de vida de los envases.