Sergio Delgado 18 ABR 2025 - 09:01h.

En determinadas situaciones, la Seguridad Social permite a los pensionistas aumentar la cuantía de su pensión de jubilación o incapacidad, siempre que se trate de prestaciones no contributivas.

Esto puede suceder si cambian las condiciones económicas o familiares del beneficiario, y se justifica mediante un formulario específico que puede presentarse tanto en sede electrónica como a través de las comunidades autónomas o el IMSERSO.

Este mecanismo está diseñado para que quienes atraviesan una situación económica más vulnerable puedan acceder a una pensión más ajustada a sus necesidades actuales. El objetivo no es otro que garantizar una renta mínima que cubra las necesidades básicas, pero también adaptarla a las circunstancias de cada persona cuando estas cambian con el tiempo.

En qué casos se puede solicitar el aumento

El formulario habilitado por la Seguridad Social sirve para actualizar la cuantía de las pensiones no contributivas de jubilación e incapacidad, pero no es aplicable de forma general. Solo puede utilizarse en supuestos muy concretos, como cambios en la unidad familiar, modificación del estado civil o variaciones en el nivel de ingresos del beneficiario o de las personas con las que convive.

La cuantía de estas pensiones se calcula teniendo en cuenta los ingresos y el número de miembros de la unidad de convivencia, lo que implica que cualquier cambio en estos factores puede tener un impacto directo en la pensión. Por ejemplo, si alguien pasa a vivir solo o sus ingresos disminuyen drásticamente, puede solicitar el incremento de su pensión hasta la cuantía íntegra correspondiente.

Cómo se presenta la solicitud

El proceso comienza con la presentación de un formulario que comunica las nuevas circunstancias personales o económicas del pensionista. Este formulario puede obtenerse en la Sede Electrónica del IMSERSO, y también está disponible a través de las oficinas de servicios sociales de las comunidades autónomas.

Una vez recibido, el organismo competente revisará la solicitud y, si procede, ajustará la pensión a una cuantía mayor según los baremos establecidos. En 2025, por ejemplo, la pensión íntegra está fijada en 564,70 euros mensuales, aunque puede llegar a 847,05 euros al mes en los casos más graves de invalidez con necesidad de asistencia por parte de una tercera persona.

La revisión es anual, pero la solicitud puede ser inmediata

Aunque todos los beneficiarios están obligados a presentar una declaración anual de rentas antes del 31 de marzo, el formulario de actualización puede presentarse en cualquier momento del año. Esto permite que, si se produce una pérdida repentina de ingresos o un cambio significativo en el entorno familiar, la pensión se ajuste sin esperar al siguiente ejercicio fiscal.

Cuantías adicionales por gran invalidez

En el caso de los beneficiarios de pensiones no contributivas por invalidez, existe un complemento adicional del 50% si se acredita un grado de discapacidad igual o superior al 75% y se requiere la asistencia de una tercera persona para realizar las actividades básicas del día a día.

Este complemento, que en 2025 asciende a 4.608,10 euros anuales, puede solicitarse también a través del formulario de modificación de datos y se suma a la pensión íntegra reconocida previamente. Es importante contar con informes médicos y sociales que acrediten esta necesidad de asistencia, ya que serán la base de la resolución favorable por parte de la administración.

También se pueden reducir las pensiones

Así como este formulario permite solicitar un aumento de la pensión, también puede conllevar una revisión a la baja si se detecta que los ingresos del pensionista han aumentado o si la unidad de convivencia ha cambiado a una situación que ya no justifica la misma ayuda económica.

La Seguridad Social está facultada para solicitar la devolución de cantidades indebidamente percibidas, si se comprueba que el beneficiario ha recibido una cuantía superior a la que le correspondería según su nueva situación. De ahí la importancia de comunicar cualquier cambio con rapidez y transparencia, evitando así sanciones o recortes inesperados.

Muchos beneficiarios desconocen que tienen la posibilidad de solicitar una revisión al alza de su pensión si su situación ha empeorado. Esto puede marcar una gran diferencia en el día a día de personas mayores o con discapacidad, especialmente en contextos de vulnerabilidad económica.

El formulario de variación de datos no es un trámite complicado, pero sí requiere exactitud y documentación adecuada. La recomendación es solicitar asesoramiento, ya sea a través de las oficinas de la Seguridad Social, del IMSERSO o en centros de servicios sociales locales.

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