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En España, la cuantía de la pensión de jubilación depende en gran medida de los años de cotización acumulados y de las bases de cotización de los últimos 25 años. Sin embargo, muchos trabajadores ven interrumpida su carrera laboral por diversas razones, lo que les impide alcanzar los 25 años cotizados completos.  

En estos casos, existe el riesgo de que su pensión sea notablemente más baja de lo esperado, generando preocupación sobre su futuro económico. Para mitigar este problema, la Ley de la Seguridad Social contempla mecanismos pensados para proteger a los empleados con lagunas en su vida laboral.  

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Uno de los más importantes es la denominada 'integración de lagunas', un sistema que permite rellenar los meses en los que no hubo cotización durante el periodo de cálculo, mejorando así el importe final de la pensión.   Esta medida resulta especialmente relevante para los trabajadores que tengan menos de 25 años cotizados, ya que evita que la falta de continuidad en las aportaciones perjudique en exceso su base reguladora. 

Qué es la integración de lagunas 

La integración de lagunas está prevista en el artículo 209 de la Ley General de la Seguridad Social y actúa como una red de protección para los trabajadores del Régimen General. Su funcionamiento es sencillo: cuando dentro de los últimos 25 años hay meses en los que no se cotizó, la Seguridad Social los sustituye por bases ficticias, evitando que queden a cero y hundan la media que se utiliza para calcular la pensión. 

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En concreto, los primeros 48 meses sin cotización se cubren con la base mínima vigente en ese periodo. Si hay más vacíos a partir del mes 49, se computan con el 50% de esa base mínima. Gracias a este mecanismo, quienes tengan menos de 25 años cotizados podrán mejorar su pensión al rellenarse las lagunas y elevarse la base reguladora. 

Por qué es importante para quienes tienen menos de 25 años cotizados 

El impacto de este sistema se aprecia especialmente en los trabajadores que tengan menos de 25 años cotizados, ya que son quienes más riesgo tienen de recibir pensiones bajas por interrupciones en su vida laboral.  

Las causas suelen ser variadas: pérdida de empleo, dedicación al cuidado de familiares o problemas de salud. En todos estos casos, la integración de lagunas permite mitigar el efecto de esos periodos sin ingresos, mejorando la cuantía final sin aumentar realmente los años cotizados. 

Conviene aclarar que este mecanismo solo afecta al cálculo económico de la pensión, es decir, a su importe mensual, pero no suma años para cumplir con los mínimos exigidos para acceder a la jubilación.  

Por tanto, no sirve para alcanzar los 15 años necesarios para tener derecho a pensión, pero sí suaviza la penalización económica para quienes ya cumplen los requisitos mínimos. 

Diferencias con las cotizaciones ficticias 

A menudo se confunden la integración de lagunas con las llamadas cotizaciones ficticias, pero son figuras distintas. Las cotizaciones ficticias son periodos que la ley considera cotizados en circunstancias concretas, como maternidad, servicio militar o prestación social sustitutoria.  

Estas sí cuentan para acreditar los años exigidos para acceder a la jubilación y, en algunos casos, también para mejorar la cuantía. En cambio, la integración de lagunas solo incide en la base reguladora y no permite sumar años a efectos de acreditar el derecho a pensión. 

Este matiz es clave para los trabajadores que tengan menos de 25 años cotizados, ya que no podrán utilizar la integración de lagunas para acreditar esos 15 años mínimos, aunque sí para evitar que su pensión sea excesivamente baja. 

A quién no beneficia este mecanismo 

No todos los trabajadores pueden acogerse a la integración de lagunas. Por ejemplo, los autónomos, los empleados del hogar o algunos colectivos del Régimen del Mar y del agrario quedan fuera de este sistema.  

Para ellos, los meses sin cotización simplemente no se toman en cuenta en el cálculo de la base reguladora, lo que hace que su pensión pueda ser más baja en caso de carreras laborales interrumpidas. 

Por tanto, los principales beneficiarios de la integración de lagunas son los trabajadores del Régimen General que tengan menos de 25 años cotizados y cuyas carreras laborales presenten interrupciones prolongadas en los últimos años.