"Estamos dando prioridad a la prudencia sobre el resultado", señaló hoy el consejero delegado de la entidad, Roberto Higuera, quien dijo que el cierre de oficinas se hará para reducir costes.
Durante los últimos trimestres, la entidad se ha preparado "para una crisis excepcional de duración imprevisible", por lo que la gestión se ha enfocado a reforzar la solvencia, contener los costes y dinamizar la acción comercial con pymes y particulares, lo que ha permitido la creación de las mencionadas provisiones cautelares para anticiparse a los efectos del crédito moroso.
Así, Banco Popular decidió realizar una dotación extraordinaria a provisiones de 175 millones de euros en el primer trimestre, que se suman al resto de provisiones, entre ellas, los 259 millones de provisiones ordinarias.
Si se compara el beneficio neto recurrente, el que excluye provisiones cautelares y resultados extraordinarios, la ganancia neta del banco se sitúa en 300 millones de euros, cifra que retrocedió el 0,6% en un año.
Al finalizar marzo, la entidad registraba una tasa de mora del 3,82%, casi cuatro veces más que el 0,98% del mismo periodo de 2008, con una cobertura para insolvencias del 133,4%, para una cartera de créditos a la clientela de 94.244 millones, que había crecido el 5,2% interanual, por encima del aumento del PIB.
En cualquier caso Higuera no quiso augurar el techo que podría alcanzar la morosidad este año, aunque aseguró que la entidad "podrá aguantar bastante" su incremento.
Asimismo, se mostró convencido de que los particulares no serán el principal problema, ni siquiera a pesar del aumento del paro, ya que la entidad cuenta con "armas potentes", como la moratoria hipotecaria del Instituto de Crédito Oficial (ICO), para evitar que las familias se queden sin su vivienda.
Para hacer frente al actual entorno y reducir costes, Higuera adelantó que la entidad cerrará unas 150 oficinas este año y entre 100 y 150 el año que viene, una recomendación del Banco de España que, además, "tendrán que seguir el resto de entidades".
Higuera aseguró que, en cualquier caso, el objetivo prioritario del banco es "la defensa del empleo estable", de forma que, por el momento, el banco lo que está haciendo es no cubrir bajas y prescindir de trabajadores temporales, y no tiene planes de llevar a cabo planes de prejubilación.
En cuanto a la situación del sistema financiero español, consideró que no necesita recapitalizaciones con dinero público, porque, además de dar lugar a distorsiones de mercado "que son nefastas", los Fondos de Garantía de Depósitos que existen en España le parecen "suficientes".
Asimismo, defendió la fortaleza del sistema, ya que, a su juicio, "haber aguantado 18 meses de esta crisis indica fortaleza" al margen de que se necesiten o no los 3.200 millones que dice el Fondo Monetario Internacional.
En cuanto al posible fondo especial de ayuda a bancos y cajas que podría estar preparando el Gobierno, Higuera aseguró que no tiene noticias y dijo que el Banco Popular no ha sido consultado al respecto.
Tras afirmar que la entidad no tiene intención de comprar ningún banco o caja, Higuera insistió en que "ahora toca ser prudentes" y reforzar la solvencia y el capital, aunque "hay que estar abiertos al futuro".
Sobre la solvencia durante el primer trimestre, la ratio de core capital -capital y reservas sobre activos ponderados por riesgo- se situó en el 7,23% a cierre de marzo, 63 puntos básicos más que un año antes, en tanto que los recursos propios de mayor calidad o Tier 1 avanzaron hasta el 8,47%, debido, en parte, a la colocación de una emisión de participaciones preferentes de 440 millones entre particulares.
Al respecto, adelantó que previsiblemente la entidad llevará a cabo en la segunda mitad del año otra emisión de participaciones preferentes por importe de unos 400 millones de euros, y otra por una cantidad similar el año que viene.