Hace 3 años ya, el 25 de septiembre de 2015, los líderes políticos pusieron en marcha la llamada “Agenda 2030”. Se trata de un proyecto que tiene como objetivo desarrollar medidas globales con fines sostenibles.
En momentos convulsos y volátiles como los actuales, nunca está de más saber que hay tipos de inversiones con elevada sostenibilidad, que tienen como resultado un impacto social a largo plazo reseñable.
Según la Organización Mundial de la Salud casi 2 millones de personas en el mundo viven sin agua potable y más de 4 millones lo hacen sin saneamiento ni alcantarillado, desde nuestra posición parece increíble.
Estos son algunos de los datos más alarmantes y que nos pueden hacer reflexionar un poco sobre el mundo que nos rodea, y del que a veces, no somos conscientes. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) casi 2 millones de personas en el mundo, 3 de cada 10, no tienen algo tan básico como es el suministro de agua potable y más de 4 millones de personas, 6 de cada 10, carecen de saneamientos y alcantarillado mínimo.
Por otro lado, Unicef alerta de que más de 120 millones de niños en el mundo, menores de 15 años, jamás han pisado un colegio.
Ante este panorama y con la finalidad de poner fin a esta dramática realidad, los líderes mundiales tomaron la decisión de atajar el problema incentivando medidas correctivas que dieron lugar al proyecto “Agenda 2030”. Este proyecto consiste en 17 objetivos globales de desarrollo sostenible (ODS) cuya finalidad es erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de todos los individuos, dirigiendo la mirada siempre a un desarrollo sostenible.
¿Cuáles son los objetivos que quieren conseguir y por qué es importante que todos ellos lleguen a conseguirse?
Cada uno de los 17 objetivos, tiene sus propias metas, que están identificadas y que tienen fecha de realización. Deben realizarse y finalizar en los próximos 13 años. Además, estos objetivos no son aislados, están relacionados, por lo que en gran medida, el éxito y consecución de muchos de ellos están relacionados entre sí.
Fuente: Naciones Unidas. Más información en este enlace
Si tomamos como ejemplo el objetivo 6, “Agua limpia y saneamiento”, su finalidad es “asegurar el acceso y la gestión sostenible de agua y saneamiento para todos”. Partiendo de esta premisa, APG y PPGM proponen a su vez 4 micro-objetivos invertibles, que son los siguientes:
1. Acceso a agua segura y asequible para todos. Proponen ideas de inversión que están directamente relacionadas con el suministro y distribución del agua.
2. Acceso a saneamientos e higiene adecuado y equitativo para todos. Ideas de inversión relacionadas con la descarga de aguas residuales e higiene.
3. Mejora sustancial de la calidad del agua. Su propuesta está basada en ideas de inversión relacionadas con el tratamiento y análisis del agua.
4. Incrementar la eficiencia del uso de agua y reducir el número de personas que sufren escasez. En este sentido, la inversión está vinculada a la creación de tecnologías cuya funcionalidad sea ahorrar y medir el ahorro de agua.
Por otro lado, los objetivos que más están atrayendo a los inversores, según un informe conjunto publicado por Naciones Unidas y Share Action, en marzo de 2016, son: el ODS 5, Igualdad de género, ODS7, Energía asequible y no contaminante y ODS13, Acción por el clima.
No cabe duda que se trata de una clasificación general y hasta puede que imperfecta, pero cualquier esfuerzo realizado ya, es un punto inicial para mantener un diálogo entre los propietarios de los activos cuyo objetivo empieza a estar dirigido a implementar este enfoque en sus carteras de inversión.
Ignacio Perea
Director de Inversiones de Tressis