España pedirá a la UE hasta 40.000 millones tras conocerse el 'agujero' de la Banca

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 28/09/2012 20:37

La banca española tiene necesidades de capital por 59.300 millones de euros, una cantidad que desciende a 53.745 millones en un escenario adverso si se tienen en cuenta los procesos de fusión en marcha y los efectos fiscales, según la evaluación realizada por Oliver Wyman.

De los 14 grupos analizados, en el escenario más adverso, siete entidades (BFA-Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco, Banco de Valencia, Popular, BMN e Ibercaja+Caja3+Liberbank) necesitarían capital y otras siete no (Grupo Santander, BBVA, Caixabank+Cívica, Kutxabank, Sabadell+CAM, Bankinter y Unicaja+CEISS)

Las mayores deficiencias de capital (en torno al 86%) se centran en aquellos grupos bancarios participados mayoritariamente por el FROB: BFA-Bankia (24.743 millones), Catalunya Banc (10.825 millones), NCG Banco (7.176 millones) y Banco de Valencia (3.462 millones).

El Banco de España ha subrayado que estas cuatro entidades ya han comenzado a trabajar, junto con las autoridades nacionales y europeas, en los correspondientes planes de reestructuración.

Otros tres grupos bancarios necesitarían capital adicional en el escenario adverso contemplado. Estos son: Banco Popular (3.223 millones), BMN (2.208 millones) y la fusión proyectada entre Ibercaja, Liberbank y Caja 3 (2.108 millones).

Estas entidades presentarán sus planes de recapitalización en el mes de octubre de 2012 para su aprobación por el Banco de España y por la Comisión Europea. En función de estos, se determinará, en su caso, la necesidad de ayuda pública y la cuantía de la misma.

Los siete grupos bancarios que no tienen necesidades adicionales de capital representan más del 62% de la cartera crediticia analizada del sistema bancario español.

En concreto, Santander aprueba las pruebas de resistencia con un sobrante de capital de 25.297 millones en un escenario adverso, BBVA, con 11.183 millones, y Caixabank, con 5.720 millones. Les siguen Kutxabank (con un excedente de 2.188 millones), Sabadell (915 millones), Bankinter (399 millones) y Unicaja (128 millones).

Las pruebas se han realizado sobre los catorce principales grupos bancarios españoles, que representan en torno al 90% de los activos del sistema bancario español. Para el Banco de España y el Gobierno, los resultados de necesidades capital confirman que el sector bancario español es "mayoritariamente solvente y viable", incluso en un contexto macroeconómico extremadamente adverso y altamente improbable.

Este escenario contempla una caída acumulada del PIB del 6,5% en los tres años previstos, frente a previsiones que apuntan a una contracción máxima del 2%. "Como consecuencia de todas estas actuaciones, el sistema bancario español se va a encontrar holgadamente recapitalizado por las actuaciones privadas y la disponibilidad de ayuda pública", dijo el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, en la presentación del informe de la consultora Oliver Wyman.

El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, agregó que con este proceso se da por concluido la recapitalización del sector financiero y se conseguirá así disipar las "dudas" sobre la capacidad del sistema sobre la valoración de sus activos.

Petición de rescate

Jiménez Latorre, ha avanzado también, que la cifra que el Gobierno solicitará del crédito de la UE de hasta 100.000 millones para sanear la banca española se aproximará a los 40.000 millones de euros.

El 'número dos' de Economía adelantó que las inyecciones de capital en las entidades controladas por el FROB se podrían materializar en noviembre, mientras que en aquellas que necesiten ayudas pública para cubrir su déficit de capital se harían efectivas en diciembre.

El sistema bancario estará saneado por el exigente nivel de provisiones y reforzado por la transferencia de activos problemáticos fuera del balance bancario a hacia la sociedad de gestión de activos, el banco malo, y los procesos de consolidación, enfatizó Restoy.

El subgobernador además confió en que las pruebas de esfuerzo pondrán los "mimbres" para restauras la oferta de crédito, si bien matizó que es "muy difícil" determinar si se recuperará o no la fluidez del préstamo. "Las entidades serán mucho más sólidas y viables que antes del proceso. Se evitará el contagio de malos bancos sobre los buenos", coincidieron ambos.