Jubilación

Condiciones para acceder a la jubilación parcial: el contrato de relevo, clave en el proceso

Jubilación parcial: años de cotización necesarios y condiciones para solicitarla. Pixabay
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Para muchas personas cercanas al final de su vida laboral, dar el paso a una jubilación completa puede resultar demasiado drástico. Por ello, la Seguridad Social ofrece una fórmula intermedia que permite compatibilizar trabajo y pensión: la jubilación parcial.

Esta modalidad es especialmente interesante para quienes desean reducir su jornada pero seguir activos, al tiempo que empiezan a percibir una parte proporcional de su pensión.

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Esta opción no debe confundirse con otras alternativas como la jubilación flexible o la activa, ya que funciona de forma diferente.

En este caso, el trabajador sigue en activo con un contrato a tiempo parcial, mientras cobra también una parte de su pensión de jubilación.

Ahora bien, para acceder a este beneficio es imprescindible cumplir con determinados requisitos, especialmente en cuanto a años de cotización y condiciones laborales, que varían según la modalidad elegida.

Qué es la jubilación parcial y cómo funciona

La jubilación parcial permite al trabajador rebajar su jornada habitual, pudiendo llegar a reducirla hasta un 75% —e incluso un 85% en circunstancias excepcionales— y, al mismo tiempo, recibir una parte proporcional de su pensión.

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Se trata de un mecanismo pensado para facilitar el tránsito hacia la jubilación total sin que ello suponga una pérdida abrupta de ingresos ni desvinculación completa del mercado laboral.

El esquema contempla dos posibilidades: con contrato de relevo o sin él. La existencia o no de este contrato determina los requisitos, la edad mínima para acogerse y los años de cotización exigidos. Es fundamental entender estas diferencias antes de presentar la solicitud.

Condiciones para acceder sin contrato de relevo

En la modalidad sin contrato de relevo no es necesario que la empresa contrate a otra persona para cubrir la parte de la jornada que el trabajador deja vacante. En consecuencia, las condiciones son más estrictas, ya que solo puede solicitarse una vez alcanzada la edad ordinaria de jubilación, la cual depende del número de años cotizados conforme a la normativa vigente.

El trabajador debe estar contratado por cuenta ajena, a jornada completa o parcial, y comprometerse a reducir su jornada entre un 25% y un 75%, siempre que cumpla con el mínimo de 15 años cotizados a la Seguridad Social, de los cuales al menos dos deben situarse en los 15 años anteriores a la solicitud. No se exige ningún tiempo mínimo de antigüedad en la empresa para acceder a esta modalidad.

La importancia del contrato de relevo

Cuando se opta por la jubilación parcial con contrato de relevo, la empresa está obligada a contratar a otra persona, desempleada o con contrato temporal, para cubrir la parte de jornada que queda libre.

Esto permite al trabajador anticipar hasta tres años la edad ordinaria de jubilación, aunque los requisitos de cotización son más exigentes.

En esta modalidad, es necesario haber trabajado en la empresa durante al menos seis años consecutivos antes de la solicitud y acreditar un mínimo de 33 años de cotizaciones efectivas.

En casos de discapacidad reconocida, este requisito puede reducirse a 25 años, y en determinados supuestos transitorios bastaría con 30 años. La reducción de jornada también está sujeta a límites específicos si se opta por anticipar la jubilación más de dos años, situándose entre el 20% y el 33% en el primer año.

El contrato de relevo en detalle

El contrato de relevo es un acuerdo formal y escrito, en el que la empresa incorpora a un trabajador relevista para asumir las funciones que deja parcialmente vacantes el jubilado. Este trabajador debe integrarse en el mismo grupo profesional y percibir un salario acorde, que no sea inferior al 65% de la base de cotización del trabajador relevado.

Si la jubilación parcial tiene lugar a la edad ordinaria, el contrato de relevo puede celebrarse por tiempo indefinido o temporal, siempre y cuando su duración cubra, como mínimo, el período de jubilación parcial.

Si el contrato del relevista finaliza antes de lo previsto, la empresa está obligada a contratar a otra persona en condiciones equivalentes para cumplir con la normativa.

Cómo afecta esta opción a la pensión definitiva

Uno de los aspectos clave que debe tenerse en cuenta es el impacto de esta medida en la pensión definitiva.

Durante el tiempo que se disfruta de la jubilación parcial, el trabajador sigue cotizando por la jornada que trabaja efectivamente, pero también por la parte proporcional correspondiente a la pensión.

Esto contribuye a mantener e incluso mejorar la pensión que recibirá una vez que se jubile completamente.

Además, durante este periodo, se conservan derechos adquiridos como la antigüedad en la empresa y posibles complementos o pluses establecidos por convenio.