Días baratos y meses de baja demanda: los mejores trucos para encontrar vuelos económicos

  • Volar barato es posible si planificamos nuestro viaje con tiempo y comparamos precios y destinos

  • Además, determinados sacrificios pueden abaratar el coste: equipaje, horario, escalas...

  • Existen ciertos días de la semana y meses del año en que los precios suelen ser más baratos

Atrás quedaron los tiempos en que volar en avión era algo prohibitivo o reservado para ocasiones especiales: los precios de los vuelos se han vuelto mucho más económicos que hace pocas décadas, en gran medida debido a un aumento de la competencia y a la aparición de las compañías de bajo coste.

Así, la posibilidad de diseñar vuelos a medida y de adquirir servicios en función de nuestras necesidades concretas es algo que juega a favor del consumidor: no facturar, aceptar escalas prolongadas, volar a horas relativamente malas o hacerlo a aeropuertos más alejados... son algunos de los trucos para abaratar tu viaje. Toma nota de estos trucos para encontrar vuelos baratos.

Trucos para encontrar vuelos baratos

Volar barato es posible si estamos dispuestos a sacrificar comodidades, aunque también existen ciertos trucos para pagar el mejor precio posible por un vuelo sin renunciar a casi nada. El primero de ellos es comprar tus billetes con mucha antelación, algo que con toda probabilidad hará que, debido a la baja demanda, el coste del billete sea mucho más ajustado.

También aprovechar temporadas bajas o coyunturas concretas, como la actual. De hecho, los tiempos de vuelos baratos debido a la pandemia podrían terminar pronto: las aerolíneas advierten que la demanda está aumentando casi tanto como el precio del combustible, y ambas cosas se dejarán notar pronto en el precio de los vuelos.

Del mismo modo, se dice que existen ciertos momentos de la semana e incluso del año en los que resulta más barato comprar vuelos (que no volar, aunque también). La mayoría de los buscadores de aerolíneas suelen ofrecer mejores ofertas los primeros días de la semana, por ser aquellos en que menos compras se realizan. En cuanto a los meses del año, los mejores para hacer tus compras en aerolíneas son los meses de invierno, con la única excepción de la Navidad, al ser un pedido de mucho movimiento de vuelta a casa. Al contrario, los meses de primavera y verano suelen ser más caros, precisamente porque la demanda aumenta.

En cuanto a las fechas de tus vuelos, las temporadas altas, como el verano, son tradicionalmente más caras, así como periodos como la Semana Santa o Navidad, los distintos puentes... Si puedes evitar estas fechas, tus billetes se abaratarán considerablemente.

A partir de aquí, comienzan los sacrificios: lógicamente, volar a peores horas, aceptar grandes escalas, limitar tu equipaje, elegir un aeropuerto más alejado... son factores que deben repercutir positivamente en el precio de tu billete, aunque no se trata de opciones para todos los públicos. Estos son algunos ejemplos de formas de encontrar vuelos baratos:

  • Busca con tiempo y sé flexible con tus fechas

Si puedes permitírtelo, siempre será mejor que busques billetes con mucha antelación y que compares precios en periodos relativamente amplios para que puedas quedarte con los mejores vuelos. Si, además, aprovechas una racha de pocas ventas, como los meses de invierno, el ahorro está asegurado. Eso sí, ten en cuenta que a veces los precios mu bajos tienen una razón de ser: por ejemplo, que en ese momento del año haga mucho frío o mucho calor en el lugar que vas a visitar, que exista algún tipo de riesgo o restricción en el destino... Ante la duda, consulta antes de comprar.

  • Valora varios destinos a la vez

Si te gusta viajar, es probable que tengas una larga lista de destinos pendientes. Por eso es buena idea hacer una comparativa y quedarte con aquel que resulte más económico en las fechas que tengas planeado moverte. Es más, si quieres aumentar la aventura, prueba con destinos un poco aleatorios: tal vez descubras las maravillas de un lugar al que jamás pensaste viajar.

  • Compara, compara y vuelve a comparar

Es probable que tus vuelos elegidos puedan adquirirse en distintas webs, por lo que es más que conveniente consultar el precio (final) en cada una de ellas. También probar a reservar ida y vuelta por separado: aunque se da por hecho que comprarlos conjuntamente supone un ahorro, no siempre ocurre de ese modo. Eso sí, ten en cuenta los costes añadidos. Si, por ejemplo, la empresa te cobra una suma fija por cada pago con tarjeta, pagar dos veces multiplicará este coste.

  • Permanece atento a ofertas y promociones

Son muchas las aerolíneas que lanzan campañas específicas para dar salida a sus vuelos o para promocionar nuevos trayectos. Permanece atento a estas ofertas y suscríbete a ellas si es necesario para que no te pierdas nada. Este tipo de ofertas suelen limitarse en el tiempo, y los usuarios no tardan en hacerse con ellas, por lo que es importante ser ágil.

  • Renuncia a aquello que te resulte accesorio

Es probable que no necesites viajar con una maleta de 20 kilos y, de hecho, un equipaje de mano bien planteado puede solucionar la mayoría de tus escapadas. Por eso, si es posible, evita pagar equipaje de más y facturar. También puedes reservar vuelos con grandes escalas para abaratar el precio: cada vez más personas optan por alargarlas lo suficiente como para visitar durante unas horas o un día o dos la ciudad de escala, transformando una desventaja en todo lo contrario.

Si tu salud te lo permite, puedes incluso dormir en el aeropuerto. Páginas web como Aeropuertos del Mundo ofrecen información detallada sobre la posibilidad de pernoctar en cualquier aeropuerto, así como acerca de su seguridad, entre otras muchas variables.

También ayudará optar por el aeropuerto más barato, que puede ser el más alejado, el más pequeño... También puedes elegir las peores horas para volar, que suelen coincidir con la madrugada o con primera hora de la mañana. Eso sí, ten en cuenta los costes extra que deberás asumir: es posible que un billete cueste 40 euros menos pero que tengas que desembolsarlos para tomar un taxi porque no existen otras opciones de transporte a esa hora.