Polémica con un examen de la PAU en Andalucía: "Ha sido muy desagradable ver a los alumnos pasarlo mal"

El examen de Matemáticas de la PAU vuelve a estar un año más en el foco. Tradicionalmente es uno de los más temidos porque es de los que más peso tiene en muchas carreras. Por ello, además es habitualmente uno de los que más quejas aglutina. De hecho, este año no ha sido diferente y, especialmente en el caso de Andalucía, distintos alumnos han recogido incluso firmas para impugnar lo que califican como un examen “de la NASA”, en alusión a la dificultad de la prueba de Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II.

Conscientes de su importancia, a la salida de las aulas, estudiantes de toda España intercambiaban sus impresiones con una visión común: la de su trascendencia para su futuro. Matemáticas es uno de los exámenes clave en la también llamada ‘Selectividad’, ya que es el que más cuenta para los alumnos que quieran estudiar alguna carrera de Ciencias, Tecnología o Sociales.

“Te puntúa en la fase general y luego, en la fase específica, dependiendo del grado que vas a cursar en la universidad, te puede ponderar un 0,2”, explica ante nuestras cámaras Rosa Ibáñez, correctora de Matemáticas en la PAU.

Su peso en la nota final, hasta un máximo de tres puntos de 14, es el mismo que, por ejemplo, Segundo de Bachillerato si se saca todo 10.

Las quejas por el examen de Matemáticas Aplicadas en la PAU de Andalucía

Con todo ello en cuenta, raro es el año que esta prueba no genera polémica por su supuesta dificultad, como en Valencia en 2019, donde se impulsó también una recogida de firmas.

“Fue el primer examen de mi vida que no he acabado”, decía un alumno entonces, mientras otra compañera lo definía de “horror” y “caos total”.

Este año, por su parte, se ha sumado que la prueba es más competencial, lo que muchos encuentran “un poco más complicado”. No obstante, demostrar que las matemáticas que se saben se pueden aplicar a problemas reales es clave para sacar la mejor nota.

En Andalucía, ni 24 horas después de la realización del examen, en la popular plataforma de Change.org, emulando lo que ocurriese en Valencia en 2019, se ha impulsado una recogida de firmas que ya supera las 6.000.

Entre los argumentos para reclamar la impugnación del examen de Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II, el alumnado asevera que ha sido de una “dificultad sin precedentes”.

“La prueba, según nuestra experiencia y sensación colectiva, excede con creces el nivel de estudio proporcionado y la preparación recibida durante el curso académico”, aseguran, aventurando que, “según los datos de los resultados preliminares, un gran porcentaje de los estudiantes no serán aprobados, lo cual es un indicador inicial de esta incongruencia”.

“Exigimos que se haga una revisión considerada y adecuada del examen y que se ajuste la puntuación para reflejar correctamente el conocimiento y la preparación de los estudiantes. Esta situación afecta a todos los estudiantes andaluces, ya que la nota de la Prueba de Acceso a la Universidad (Selectividad) tiene validez en toda España”, recuerdan.

En ese sentido, finalizan su queja señalando que, esta última, además, “permite que alumnos procedentes de otras comunidades autónomas puedan optar a las mismas plazas universitarias, lo que podría reducir las oportunidades de acceso para los estudiantes andaluces”.

El testimonio de una profesora en Andalucía sobre la dificultad del examen

No solo los alumnos certifican la dificultad del examen de Matemáticas en la PAU de Andalucía. También algunos docentes, como una profesora de Segundo de Bachillerato de la provincia de Cádiz, ha asegurado que, tras vivirlo “en directo”, ha sido “muy desagradable ver a alumnado con una media de 10 pasándolo muy mal”:

“Me parece una prueba un tanto injusta porque tiene pequeñas dificultades o ‘trampillas’ que nada tienen que ver con conocimientos de Matemáticas y los nervios del momento pueden hacer fallar”, expresa sin ambages, haciendo su valoración.

“Desde mi punto de vista, el diseño de la prueba carece de sentido pues deja fuera parte importante del currículo (es el caso del ejercicio obligatorio planteado)”.

“En las ponencias que hemos tenido a lo largo del curso, siempre nos tranquilizaban y pensábamos que la prueba sería muy diferente, pero no ha sido así y en nada se parece al modelo proporcionado por los ponentes”, afirma.

“El consuelo del alumnado es que esta prueba ha sorprendido a la mayoría y las notas de corte bajarán, pero supone una gran frustración para los estudiantes que han dedicado mucho tiempo a prepararse para ello. Además, parte del alumnado que se examinó el curso pasado (con una prueba más asequible y, por tanto, una mejor nota) está esperando para acceder a distintos grados y ‘compite’ con el alumnado de esta promoción”, expresa.

Por esto, la sensación entre estos alumnos es de un drama generalizado por la dificultad de la prueba, con escenas de lágrimas y lamentos que se han reproducido a la salida del examen; una situación a la que no han tardado en sumarse las reacciones en las redes sociales.

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