Educación

El "efecto IKEA" en el aprendizaje: por qué te sientes más conectado con lo que construyes tú mismo

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Los estudiantes se involucran en su propio proceso de aprendizaje. Freepik
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MadridUna de las claves para mejorar la efectividad del aprendizaje y aumentar la conexión emocional con el contenido es la participación activa del estudiante. En ocasiones, los métodos tradicionales de enseñanza, donde hay una transmisión unidireccional de información, no consiguen involucrar al estudiante de manera significativa. Aquí es donde entra en juego el concepto del “efecto IKEA”, un fenómeno psicológico que tiene sorprendentes implicaciones en el ámbito del aprendizaje.

Este efecto describe la tendencia humana a valorar más aquellos objetos o resultados que han sido creados por nosotros mismos, aunque su calidad sea inferior a la de los productos fabricados por expertos. Cuando se lleva al contexto educativo, esto sugiere que cuando los estudiantes participan activamente en la construcción de su conocimiento, ya sea a través de proyectos, investigaciones o actividades prácticas, sienten que tienen una mayor conexión con lo que han aprendido.

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¿Qué es el efecto IKEA?

Este término proviene de la famosa tienda de muebles sueca, conocida mundialmente por vender productos que requieren de un montaje por parte del cliente. Los estudios que realizó los investigadores Michael Norton, Daniel Mochon y Dan Ariely en 2011, demostraron que las personas estaban dispuestas a pagar un 63% más por un mueble que habían montado ellos mismos en comparación con uno que ya había sido montado por profesionales, aunque el mueble que montaran ellos fuera de peor calidad.

Este sesgo cognitivo da a entender que el esfuerzo invertido en la creación de un objeto genera una conexión emocional que aumenta su valor percibido. La sensación de competencia y control que se experimenta al construir algo por uno mismo refuerza esta valoración positiva.

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El efecto IKEA en el aprendizaje

Este efecto IKEA se manifiesta en el contexto educativo cuando los estudiantes participan activamente en la construcción de su propio conocimiento. Esta participación activa puede adoptar diferentes formas, como proyectos prácticos, investigaciones, debates o actividades de resolución de problemas. Cuando se involucran en estas tareas, los estudiantes no solo van a adquirir conocimientos, sino que también desarrollan una relación emocional con el contenido aprendido, algo que va a hacer más sencilla su comprensión y retención.

El aprendizaje activo, el cual implica una participación directa del estudiante en actividades que fomenten el análisis y la reflexión, ha demostrado ser mucho más efectivo que los métodos tradicionales de enseñanza pasiva. Cuando se les da la oportunidad a los estudiantes de “construir” su propio conocimiento, ya sea a través de experimentar, discutir o crear, sienten una mayor implicación y conexión con lo que aprenden. Esta conexión emocional aumenta mucho su propia motivación, ya que perciben el aprendizaje como algo significativo y relevante para ellos.

El proceso de autoensamblaje cognitivo, es decir, la construcción activa del conocimiento, también hace mucho más sencillo el desarrollo de habilidades metacognitivas. Los estudiantes se vuelven más conscientes de sus propios procesos de pensamiento, lo que les ayuda a regular y mejorar su aprendizaje de manera más autónoma. Esta autorreflexión es fundamental para el aprendizaje, no solo en la época estudiantil, sino a lo largo de la vida.

¿Cuáles son las aplicaciones prácticas del efecto IKEA en la educación?

El concepto del efecto IKEA se puede aplicar de diferentes maneras en el ámbito educativo, ayudando a crear un entorno en el que los estudiantes se involucren activamente en la construcción del conocimiento. Una de las maneras más efectivas de aplicarlo es a través de proyectos colaborativos, donde los estudiantes trabajan juntos para crear un producto final, como puede ser una investigación o una presentación. Cuando se involucran activamente en el proceso, no solo van a aprender de una manera más profunda, sino que también pueden aprender a trabajar mejor en equipo y a comunicarse.

Otra aplicación clave es el aprendizaje basado en problemas. Éste permite a los estudiantes enfrentar desafíos reales que requieren la aplicación de práctica de los conocimientos adquiridos. Esta metodología fomenta un aprendizaje activo y significativo, debido a que los estudiantes forman su conocimiento mientras resuelven problemas, lo que aumenta también su sentido de logro y relevancia.

La gamificación también es una manera muy poderosa de aplicar el efecto IKEA. Convierte el aprendizaje en un juego de recompensas, niveles y misiones. Esto motiva a los estudiantes a seguir avanzando y a comprometerse más profundamente con el contenido, ya que sienten que están construyendo su propio camino hacia el éxito.

Las actividades que involucran a los estudiantes en experiencias prácticas y de campo son una manera excelente de aplicar el efecto IKEA. Se pueden organizar visitas a empresas, laboratorios o centros de investigación donde los estudiantes pueden aplicar conceptos teóricos a situaciones reales fomenta una conexión más profunda con el aprendizaje.

Por último, la creación de contenido por parte de los estudiantes, como blogs, vídeos o presentaciones, también es un reflejo del efecto IKEA, ya que les permite tomar control sobre su aprendizaje, personalizar su experiencia y compartir sus creaciones con otros. Este enfoque aumenta el sentido de propiedad sobre el conocimiento y refuerza su conexión con lo que han aprendido.