Bicarbonato: la solución infalible
Podríamos decir que el bicarbonato es la herramienta más eficaz para acabar con los excesos de sudor. El motivo es muy sencillo: entre sus puntos fuertes se encuentra su poder alcalino. Esto se traduce en una gran facilidad para neutralizar la sudoración en cualquier parte del cuerpo. En este caso, tras echar un poco de bicarbonato en un bol con agua caliente, lo único que has de hacer es introducir las palmas en el recipiente durante unos diez minutos… ¡y listo! Los resultados serán inmediatos.
Polvos de talco: un remedio ‘express’
Aunque para casos de excesiva sudoración este método no serviría, los polvos de talco también pueden ser una opción rápida para sacarte de un apuro. Hay gente que recurre a ellos como limpiador facial. Otros, para evitar rozaduras. Pero uno de sus principales ‘pros’ es su capacidad desodorante. Prueba y échatelos en las palmas: verás cómo las manos estarán más secas en cuestión de minutos.
Té: más que una simple infusión
Las bolsas de té tienen muchas más utilidades de las que crees. Muchos las toman en forma de bebida relajante. Pero su poder desodorante no debe ser una opción a desechar. Si llenamos un vaso con agua caliente, introducimos varias bolsas de esta infusión y, antes de que se enfríe, metemos las manos durante un rato, es muy probable que el sudor desaparezca.
Jugo de tomate: perfecto para el verano
Para muchos, el jugo de tomate es uno de esos placeres diarios de los que les es imposible desprenderse. Pero lo que seguramente desconozcan es su fuerza para mantener fresco el organismo. Si llegas tarde y el sudor ya es evidente en las palmas de tus manos, quizá no te sirva este truco. Pero como prevención, esta es una de las herramientas más saludables y eficaces que te puedas encontrar.
Prohibido: especias, tabaco y alcohol
Si tu problema es el sudor, has de tener en cuenta una serie de líneas rojas que no puedes sobrepasar. Los alimentos muy especiados son una de ellas, por lo que si sufres de hiperdrosis, trata de evitarlos. Con la cebolla y el ajo sucede algo muy similar. Pero lo más dañino, por sus efectos en el resto del organismo, son malos hábitos como el alcohol o el tabaco. Entre sus principales consecuencias está la saduración, ¡así que ya sabes!
¡Controla tu estrés! Esa puede ser tu salvación
El estrés, el nerviosismo o la ansiedad son algunos de los principales factores que producen sudoración. De esta forma, para evitar que sea excesiva, uno de los primeros pasos a llevar a cabo será aprender a controlarlo. Existen muchos métodos para propiciar un estado de relajación. Puedes empezar a probar con la yoga, la terapia, el pilates o la meditación. ¡Tu 'coco' también te lo agradecerá!
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