Cómo actuar si te pilla una riada y quieres sacar tu coche de un garaje

  • Un vehículo estacionado en un garaje inundable sólo debe ser retirado antes de que sea declarada la situación de emergencia

  • Declarada la situación de emergencia o si empieza a llover torrencialmente no hay que intentar salvar el coche

Ante un riesgo de inundaciones, nunca hay que poner en riesgo la vida. Esa es la recomendación que hacen desde La Dirección General de Protección Civil y Emergencias, y mucho menos para salvar un coche. Si en caso de inundación o riada es necesario circular, hay que extremar las precauciones y evitar detenerse en zonas donde pueda discurrir gran cantidad de agua, como puede ser la salida de un aparcamiento subterráneo.

Los planes de actuación que elaboran las distintas comunidades autónomas establecen qué procedimiento hay que seguir para una adecuada respuesta ante las emergencias por inundaciones. Estas medidas de prevención y protocolos de actuación ayudan a paliar los efectos de las lluvias torrenciales, pero según las autoridades las imprudencias humanas son la principal causa de los accidentes.

Si el vehículo está estacionado en un garaje inundable, sólo debe ser retirado antes de que sea declarada la situación de emergencia, es decir, en la fase de preemergencia. Esta fase comienza con la declaración de alerta, generalmente pronosticada por la Agencia Estatal de Meteorología, y continúa con el seguimiento de la preemergencia que confirmará o no la situación de riesgo.

Si se confirma la inminente situación de riesgo, desde Protección Civil aconsejan retirar los vehículos de los garajes inundables y estacionarlos en lugares seguros: ni en cauces secos, ni a orilla de los ríos, ni en zonas en las que se puedan producir balsas, ya que el rápido ascenso del nivel de las aguas puede dañar los vehículos aparcados en lugares inundables y, además, arrastrarlos, provocando daños a bienes ajenos e incluso obstaculizar el flujo natural de la corriente.

Una vez declarada la fase de emergencia, es decir, cuando se produce la confirmación de inminentes inundaciones, el consejo de Protección Civil es no coger el coche y no bajar a sótanos o lugares inundables. La recomendación para esos casos en que empieza a llover de manera torrencial y existe riesgo de inundaciones es tajante: no intente salvar su coche.

La rampa de un garaje puede ser una trampa mortal. No sólo es posible que, debido a la lluvia torrencial, los neumáticos pierdan adherencia al asfalto (el denominado aquaplaning), sino que además el vehículo puede ser arrastrado por la fuerza del agua sin posibilidad de reacción por parte del conductor.

No obstante, las posibilidades de salir indemne de la maniobra dependerán de la capacidad de vadeo del vehículo, la velocidad de la corriente y el peso del automóvil, pero la DGT advierte que una riada de 40 centímetros arrastraría a algunos vehículos, mientras que si la cifra se eleva a 60 cm la mayoría de los automóviles sería incapaz de superarla