El calorcito se nota estos días. La llegada del anticiclón, unido a la presencia del viento del oeste, hará que se disparen las temperaturas hasta máximas que en general se situarán entre 5ºC y 10ºC por encima de lo normal.
*Imagen: anomalía de temperaturas máximas el miércoles, 6 de febrero / @crballesteros
Lo notarán especialmente en Andalucía, el suroeste del país y en el Mediterráneo, donde nos aproximaremos e incluso superaremos los 20ºC. De todas, se espera que Murcia sea la provincia en la que las máximas sean más altas, con valores que llegarán a los 24ºC.
En el norte también van a poder disfrutar de tregua meteorológica. Después de las intensas nevadas y riadas que han golpeado a Asturias, Galicia y Cantabria, las predicciones marcan máximas que rondarán los 15ºC, siendo de hasta 18ºC en ciudades como Bilbao. Algo similar a lo que hará en el interior peninsular, con máximas de 15ºC en Madrid, la mayor parte de las provincias del sur de Castilla y León, y más altas en Aragón.
Si bajamos un poco, hacia Castilla-La Mancha y Extremadura, las máximas son un poco más altas, con 17ºC en Cáceces, Badajoz, Ciudad Real o Cuenca. En Toledo, Ciudad Real serán incluso más cálidas.
*Imagen: máximas superiores a 18ºC previstas para el miércoles, 6 de febrero / @crballesteros
En cualquier caso, se trata de una situación que tampoco se alargará mucho. Los meteorólogos hablan de ‘aperitivo’ precisamente porque a partir del jueves se prevé la entrada de un nuevo frente por el Atlántico. No será muy potente y afectará solamente al norte peninsular, pero traerá nuevas nubes a todo el país. Además, las temperaturas comenzarán a bajar poco a poco aunque podremos seguir hablando de tiempo suave.
Las novedades meteorológicas llegarán, según las predicciones, a finales de semana. Tal y como muestran los mapas (ojo, que la incertidumbre aún es alta), todavía podría llegar el domingo un nuevo frente que trajera lluvias de forma generalizada. No se espera muy activo y las lluvias no serán cuantiosas, pero será suficiente para volver a desestabilizar la atmósfera después del esta ‘primaverilla’.