La borrasca 'Helena' va a afectar a toda España, pero Galicia se va a llevar la peor parte. Dada la posición del sistema frontal, que a estas horas se encuentra al norte del mar Cantábrico, el oleaje golpea con fuerza las costas gallegas, con olas que pueden superar los 9 metros de altura.
Pero lo que más devastación está causando es el viento, cuyas rachas huracanadas han producido de momento 72 incidentes. Todos ellos están relacionados con la caída de árboles y otros objetos sobre la red viaria, así como desprendimientos de tierra e inundaciones.
Por provincias, la de A Coruña ha sido la más afectada con 30 incidentes registrados; la de Pontevedra, con 20; Lugo, con 15 incidentes; y la provincia de Ourense, con siete incidentes.
En cuanto a la nieve, el 112 ha apuntado una única intervención registrada durante la madrugada en el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias (CIAE). Así, la Guardia Civil solicitó al 112 la colaboración de los efectivos de Protección Civil de A Gudiña (Ourense) para la retirada de un camión atascado a causa de la nieve después de salirse de la vía.
Más allá de los incidentes materiales, la borrasca ha dejado a 4.000 hogares sin luz, algunos vuelos han tenido que ser cancelados y varios niños en Orense y Lugo no pueden ir hoy al colegio.
Además, la comunidad gallega ha manifestado durante toda la madrugada en las redes sociales la imposibilidad de dormir debido al reguero de truenos que han caído en la región. Según Meteogalicia, en total han sido 371 desde las 4 hasta las 6 de la mañana. La región más afectada ha sido A Coruña. Algunos llegaron a comparar la tormenta con un terremoto.
Y eso que 'Helena' aún no ha dicho su última palabra. La borrasca seguirá azotando la comunidad en lo que queda de día, si bien ya se empieza a alejar por el este peninsular. De momento los avisos por fuerte oleaje se mantendrán durante todo el día con nivel rojo, es decir, extremo, por olas que pueden alcanzar los 9 metros de altura. También el viento mantendrá a las provincias de Lugo, Orense y Pontevedra con avisos, con rachas que puntualmente pueden alcanzar los 100 km/h.
Sin embargo, la cosa irá a menos y el sábado ya todo habrá pasado, momento en el que el anticiclón de las Azores comenzará a asomar. Esto implica días más apacibles y calmados. El fin de las lluvias podría no tardar en llegar.