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Visto desde el aire, el mapa de España muestra poca novedad. Las nubes bajas cubren el Mar de Alborán, en el sur, y algunas más altas el Cantábrico y el norte de Galicia. No ocurre igual en Francia y Alemania, eso sí, donde la atmósfera parece estarse organizando para descargar precipitación y mover el viento con rachas de 110 km/hora. La borrasca Herve, que ha sido nombrada el lunes por la tarde y es responsable del episodio inestable, irá perdiendo fuerza poco a poco, pero a medida que lo hace impulsará una masa de aire heladora a los países del este mediterráneo como Grecia y Serbia, y dejará nevadas en multitud de localidades. ¿Y en España, notaremos su presencia?
La reacción en cadena ha sido la siguiente. Una masa de aire inestable y fría se ha encaminado al sur impulsada por los fuertes vientos del norte y va cogiendo carrerilla entre Reino Unido e Italia, lo cual está generando una baja sobre Austria. Esta baja es Herve, nombrada por las condiciones que ya genera y seguirá potenciando en buena parte del viejo continente.
A su paso, Herve va a descolgar una vaguada –elongación de bajas presiones– sobre zonas del sur de Europa. Por ahora, están bajo aviso de sus respectivos servicios meteorológicos buena parte de Francia, sur de Alemania (donde hay aviso rojo por lluvias), Suiza, Italia…
El recorrido de la borrasca pondrá punto final al 'veranillo' o 'pico excepcional de dulzura', como lo ha bautizado Meteo France, en el centro y sur de Europa.
A su paso por Córcega, donde generará vientos tormentosos de 120 a 140 km/hora, arrastrará rachas de viento del norte, menos agresivas, al este de España. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado el aviso por ráfagas de 80 km/h en el Pirineo oscense y catalán, el prelitoral de Tarragona, Castellón y el Estrecho, en Cádiz, así como en las islas de Mallorca y Menorca. En zonas costeras, también avisa del riesgo costero por olas de más de 5 metros.
Una característica típica del viento del norte o tramontana, es que se acelera entre el norte de los Pirineos y el sur del Macizo Central (Francia), llegando con más fuerza al nordeste de la Península Ibérica. Otro aspecto frecuente es su destacada intensidad cuando sopla en la comarca catalana del Ampurdán, que de hecho se encuentra el martes en aviso naranja por rachas de "fuerza 7 a 8, localmente 9", concreta la Aemet. Como contrapartida, la tramontana tiende a dejar un cielo muy azul en el Mediterráneo a pesar de las ráfagas desagradables.
Pero sin duda lo que más llamará nuestra atención a partir de ahora será el desplome importante que van a experimentar los termómetros, sobre todo en el norte y este de España. Después de que una masa subtropical haya llegado a casi toda Europa con ingredientes primaverales como las noches a 15ºC en Canarias y la floración precoz de los almendros en zonas de la Península, no es de extrañar que, incluso tras el descenso extraordinario de las temperaturas, los valores vayan a seguir siendo ligeramente más altos de lo normal para la fecha en zonas del país.
"Al pie de los Pirineos", ha informado Meteo France, se restarán hasta 15ºC. Se espera, de hecho, que la cota de nieve descienda hasta los 900 metros, siendo más elevada en el resto de nuestras montañas.
El miércoles el descenso más pronunciado se dará en el sureste del litoral mediterráneo. En Valencia, Alicante, Murcia y Almería será de hasta 12ºC, pasando de los casi 25ºC que se registran el martes por allí a los 12-15ºC de máxima. En Sierra Nevada veremos nieve a partir de los 2.200 metros de altura.
En Canarias, por su parte, se espera una buena oleada de polvo en suspensión procedente del Sáhara entre el martes y el miércoles, que enturbiará bastante el ambiente y podrá empeorar la calidad del aire.