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Tras casi un mes con el anticiclón prácticamente estancado sobre la Península, por fin se abre una puerta para la esperanza de esquiadores y estaciones de esquí. Si nada cambia en el pronóstico de esta semana, y tras el paso de varios frentes sin muchas alegrías, el próximo viernes entrará una borrasca que cambiará el panorama devolviéndonos al invierno.
Nuestra meteoróloga, Rosalía Fernández, confirma el cambio de tendencia "tras la visita de varios frentes en estos primeros días de la semana". De hecho, notaremos "la vuelta al invierno con el arranque del fin de semana cuando una depresión en niveles altos nos visite" y permita que "la nieve vuelva a cubrir nuestras estaciones de esquí del norte peninsular".
La principal razón para que estas "privilegiadas precipitaciones de nieve" hagan acto de presencia de cara al viernes, sábado y domingo será, por tanto, esa entrada de "una masa de aire frío del norte del continente", explica nuestra meteoróloga. Como es habitual, hará bajar la temperatura y "con los termómetros en valores ya más propios de enero", la nieve quedará asegurada en "Pirineos y Cordillera Cantábrica".
Como entraría con un flujo de norte/noreste, las nevadas afectarán sobre todo a las estaciones del Pirineo: catalanas, aragonesas y andorranas. También nevará, aunque menos, en las del centro (madrileñas, como el Puerto de Navacerrada o Valdesquí) y las del Sistema Ibérico entre el viernes y el domingo, aunque en estas dos últimas el día clave será el sábado.
*Imagen: Cantidad acumulada de nieve hasta el domingo 19, según el modelo GFS / Tropical Tidbits
Si bien los modelos aún no muestran con total certeza lo que ocurrirá "a medio plazo", más allá de este fin de semana, sí apuntan a un "episodio más prolongada de nevadas que afectará a la zona de Pirineos". Aquí pueden incrementarse de forma importante los espesores de nieve a partir del fin de semana y la siguiente semana.
Por tanto, a partir de la semana que viene, las estaciones del Cantábrico también verán sumar centímetros de nieve a sus pistas, lo mismo que las del Sistema Ibérico. Donde menos nevará, al menos con las previsiones actualizadas será "en el área del Sistema Central". Poco parece que vaya a caer, de momento, en la zona de Sierra Nevada.
Y es que, durante las últimas semanas, las principales estaciones han temblado viendo que tras una apertura espectacular y anticipada en el mes de noviembre, se cortaba el grifo de la nieve coincidiendo con la entrada del invierno.
El panorama sin llegar a ser desolador sí es preocupante porque aún queda mucha temporada y llevamos cuatro semanas sin ver nevadas de importancia, algo que ya ocurrió en 2019 y en 2018. Por ejemplo, en las estaciones andorranas cuentan en este momento con un espesor máximo de 70 centímetros, muy escaso teniendo en cuenta la altitud a la que se encuentran sus pistas (muchas por encima de los 2.000 metros). Lo mismo ocurre en Sierra Nevada.
La situación no es mejor en Pirineos en este momento. En el caso del catalán, casi todas las estaciones se encuentran por debajo del metro de espesor salvo las del Valle de Arán, siempre más afortunadas por su ubicación, orientación y altitud. Tanto Baqueira Beret como Boi Taül presumen casi de metro y medio. Hay que tener en cuenta que los cañones de nieve mantienen a raya sus pistas.
Lo mismo ocurre en el Pirineo aragonés gracias a la innovación, que permite mantener calidad y espesores rondando el metro, salvo en Panticosa donde apenas cuentan con 45 centímetros.
Sin embargo, este paisaje tiene las horas contadas, sobre todo, en Pirineos, Cordillera Cantábrica y otros puntos del este peninsular. ¡Estas zonas serán las principales beneficiadas de la llegada de la nieve a partir del viernes!