¿Cómo afectan el calor y el hambre al apetito sexual? Hablamos con un sexólogo

Elsa Alonso 08/05/2017 16:40

El deseo sexual es un instinto biológico que tiende a manifestarse por motivos y circunstancias diferentes. Uno de los factores clave es el clima. El doctor y director del Instituto de Sexología y Psicoterapia Amaltea en Zaragoza, cuenta al respecto: "el clima influye mucho en tener o no relaciones sexuales". Las estaciones de primavera y verano son más proclives a propiciar momentos eróticos y, de la misma manera, ocurre en los países del sur, porque disfrutan de más calor: "En los países con buena temperatura, como puede ser la zona del Caribe o Brasil, el erotismo está más a flor de piel. La gente se desprende de la ropa y muestra más sus virtudes corporales que los países nórdicos. El calor y la humedad casi siempre invitan al sexo".

No obstante, lo que están pasando los concursantes de Supervivientes no se asemeja a la situación de cualquier español: "El calor, por ejemplo, en España siempre es una opción porque es más combatible con las noches, que son más fresquitas, o con la brisa de un río o del mar", contextualiza Santiago Frago, "pero en el caso de los famosos en Honduras, el deseo erótico si puede quedar enmascarado por necesidades primarias que ahora mismo les faltan. Si tengo mucha hambre, el instinto o la biología del erotismo acaba viéndose menguada. Lo mismo ocurre con el calor. Una deshidratación muy severa podría agotarnos tanto que olvidaríamos el sexo". El aspecto lúdico, por tanto, queda en un segundo plano.

¿Inapetencia sexual irreversible?

Con mínimas de 28 grados y máximas de 36, el archipiélago de Cayos Cochinos mantiene con calor y humedad el ambiente del concurso y, desde que llegó el fenómeno de El Niño, no tiene pinta de cambiar. Ante esta situación, le preguntamos a Frago si este calor se puede llegar a convertir en sexo tórrido o si el clima merma del todo la apetencia. El director de Amaltea tranquiliza a los famosos dejando claro que "el deseo erótico responde más a con quién estás, que al tema del clima. Si eres un espíritu libre y te expones a personas sugerentes, puedes tener encuentros". Como fue el caso de Iván y Paola, a los que el calor y el hambre no les han quitado el apetito sexual.

El calor y el hambre, más enemigos del hombre que de la mujer

Las condiciones climáticas son un lastre para todos. Pasar mucho frío nos congela las ideas (los pensamientos sexuales incluso), y el calor nos deshidrata y nos mantiene tan amuermados que nos cuesta pensar en un ejercicio tan activo como puede ser el sexo. Sin embargo, podría afectar más a unos que a otros.

Santiago Frago afirma que "el hombre es más primario en todos los sentidos. Es más dependiente de su instinto, tanto para tener encuentros íntimos como para no tenerlos. Si le faltan necesidades básicas como comer, les cuesta más pensar y concentrarse en tener sexo". Las mujeres, por el contrario, son más capaces de pasar de lo básico "por cultura y por la educación a lo largo de los siglos", reconoce Frago.

¿Qué aconseja Santiago Frago a los supervivientes de Honduras

"Hay que buscar más momentos que determinados horarios", advierte Frago. Hay a personas a las que les gusta más de noche y a otra gente de día, pero siempre hay que intentar "encontrar la complicidad con la otra persona a pesar del calor o el frío, del sol o de la luna, para no desaprovechar el deseo erótico, algo impredecible y que no se puede planear", añade.

Partiendo de esta base, el director del Instituto de Sexología de Zaragoza da un par de consejos a los famosos de Supervivientes para que el momento 'palmering' se produzca más de una vez en esta edición, a pesar del calor y el hambre:

· El mar cristalino y turquesa es su mejor escenario sexual: "los juegos sexuales, mejor en el agua. En la orilla del mar o, si lo prefieren, dentro del mar con la precaución de no ahogarse", dice Frago.

· Encuentros tranquilos en las camas balinesas del 'Cielo': "si no pueden practicarlo en el agua, recomiendo juegos eróticos alternantes, en los que no se hagan varias cosas a la vez. Que se dediquen más a sentir primero el uno al otro y luego el otro al uno, y que no mantengan relaciones muy difíciles que les hagan perder las únicas energías que les quedan", culmina Santiago Frago.