Las agencias meteorológicas europeas están muy pendientes de 'Helene', el exhuracán que en estos momentos planea, como tormenta tropical, por las aguas atlánticas. Se prevé que llegue a las islas británicas a lo largo de la semana, no sin antes realizar una aproximación a las costas españolas.
Este acercamiento tendrá algunas consecuencias para el tiempo, sobre todo en lo que respecta a la vertiente gallega. Según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología a través de un comunicado, "su máxima aproximación se espera que sea durante la tarde del lunes 17 hasta la madrugada del 18", periodo en el que se producirá "mar de fondo del oeste de hasta 4 metros y viento del SW fuerza 5 a 6 en las aguas costeras de Galicia (especialmente entre Fisterra y Bares)". Afortunadamente, no se esperan rachas muy fuertes en el litoral, por lo que realmente lo notaremos poco en tierra firme.
Mucho más calor
Uno de los efectos colaterales de 'Helene', además de los ya mencionados por la Aemet, será un vertiginoso aumento de las temperaturas en el norte peninsular. En Asturias, por ejemplo, se van a alcanzar este lunes máximas de hasta 31ºC, consecuencia de ese arrastre del viento del sur que trae consigo el exhuracán y que llega al norte gracias a su giro antihorario.
*Imagen: anomalía de temperaturas máximas prevista para este lunes / Aemet
El martes, sin embargo, se prevé un pequeño descenso de las temperaturas, pero seguirán siendo altas para la época del año.
Precaución en Irlanda
Donde sí tendrán que tener un poco más de cuidado será en las islas británicas, concretamente en Irlanda, donde se espera que Helene empiece a afectarles desde el martes. Lo notarán con acumulados de entre 25 y 40 litros por metros cuadrado, producidos por unas tormentas breves pero muy intensas que podrían dar lugar a importantes inundaciones.
La buena noticia es que, tal y como apuntan los meteorólogos británicos, su paso será intenso pero rápido, por lo que en pocas horas todo habrá acabado.
Temporada de huracanes en el Atlántico
Helene no es sino uno más de los varios huracanes que pululan a estas alturas por el Atlántico. Además de él se encuentra ‘Florence’, que está arrasando en la costa este de los Estados Unidos, Joyce e Isaac. Se trata una situación común en esta época del año, pues en septiembre se alcanza el pico máximo de actividad de este tipo de fenómenos. Lo que no es tan normal (y es lo que están denunciando algunos científicos) es que sean tan virulentos: se estima que Florence está siendo el doble de devastador de lo que debería debido al mayor calentamiento de las aguas, una consecuencia directa del cambio climático.
De hecho, del mismo modo otros fenómenos que se forman gracias a la conjunción de aire frío y cálido como las tormentas, también están siendo más intensos de lo normal. En nuestro país un buen ejemplo son las que hemos visto en el Mediterráneo, con acumulados de hasta 50 litros por metro cuadrado en apenas media hora. Según los expertos, esta intensidad está vinculada a la mayor temperatura de las aguas de nuestro mar, que este año se ha excedido 2ºC.