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Las imágenes dan cuenta del terror que se está viviendo en Fiji. El ciclón Yasa ha llegado después de debilitarse ligeramente, aunque no lo suficiente. Sus vientos alcanzaban el jueves los 240 kilómetros por hora, y algunas ráfagas incluso los 296 a su llegada a las dos islas principales, Viti Levu y Vanua Levu.
Las autoridades establecieron más de 50 centros de evacuación y alertaron a la población del riesgo de la subida del nivel de mar, inundaciones y corrimientos de tierra al paso del ciclón, de categoría 5 (máxima intensidad), informó EFE. Por el momento, se sabe de tejados que han sido arrancados por los fuertes vientos y árboles que se tambalean, como hemos podido observar en las imágenes que comparten los residentes en primera persona. También se han producido inundaciones severas.
En la siguiente imagen vemos uno de los edificios dañados que tendrán que ser reparados en su totalidad.
"Yasa ha tenido mucho combustible para el crecimiento", informaba el jueves la NASA, "ya que la tormenta se desarrolló y evolucionó sobre las cálidas aguas del Pacífico Sur que se sabe que alimentan las tormentas ciclónicas. Los científicos han establecido que las temperaturas del océano deben ser de 27ºC o más, rojo en el mapa, para sostener un ciclón o huracán".
El daño podía llegar a ser más grave incluso que el causado por el huracán Harold, que causó una destrucción generalizada en las Islas Salomón, Vanuatu, Fiji y Tonga en abril de 2020.
La temporada de ciclones no ha hecho más que empezar en el Pacífico, por lo que se teme lo peor dado que Yasa ha alcanzado una intensidad extrema que estas tormentas no acostumbran a registrar hasta bien entrada la temporada. El más mortífero en golpear Fiji fue Winston en febrero de 2016, que generó pérdidas por valor de mil millones de dólares de las que el archipiélago tardó en recuperarse.