La razón es simple: un potente anticiclón pulula sobre nuestras cabezas. Es el típico elemento que en verano suele proporcionarnos días soleados, pero has de saber que en invierno es incluso más típico. De hecho, es por estas fechas cuando más fuertes se hacen.
Su formación tiene que ver con el descenso del aire frío en capas altas. En concreto, el aire frío empieza a acumularse en altitudes altas y en un momento determinado, cuando pesa lo suficiente, empieza a bajar. El hecho de que baje y no suba hace que, a su vez, no se formen nubes (estas se forman siempre de abajo hacia arriba), lo que da como resultado cielos azules. Por eso los días son tan sol y los rayos nos llegan directamente, porque no hay nada que se interponga.
El anticiclón coge más fuerza cuanto más aire frío en superficie hay, algo que es bastante sencillo en esta época del año. Y cuanto más aire frío se acumula, más posible es la formación de la inversión térmica, es decir, una especie de 'tapadera' que condensa todo el aire frío en la superficie y que evita que partículas como los contaminantes escapen (por eso los protocolos anticontaminación se activan en periodos de anticiclón).
Durante el invierno es difícil disipar un anticiclón puesto que el aire frío no puede elevarse a la atmósfera por sí mismo, sino que tiene que haber un elemento externo (borrasca o frente) que lo mueva. Por esa razón, son tan persistentes y duraderos.
No lo notas, pero el aire pesa más
Otra característica interesante del anticiclón es que se trata de una región de altas presiones, es decir, que el aire pesa más. Podemos decir que la presión normal al nivel del mar es de 1013 hectopascales (hPa), y todo lo que supere esa cifra significa altas presiones.
En este caso, por ejemplo, los mapas de frentes muestran que la presión actual sobre la península es de 1028 hPa. La única forma de que esta situación cambie es con la llegada de borrascas o bajas presiones, que se desplacen por el norte u oeste peninsular, y que obliguen a su vez al anticiclón a moverse. De momento, no parece que tal situación vaya a darse, así que disfrutaremos en los próximos días de más calor de lo normal durante el día (pero también heladas y mucho frío por la noche).