Petricor y otros nombres raros 'meteo' que vas a tener que aprender este otoño

Elsa Alonso 04/11/2017 11:23

Petricor

No es una firma de grandes almacenes ni un nuevo color de la gama cromática. El término hace referencia al olor que hay en el ambiente cuando ha caído lluvia en un terreno seco. Ese aroma a tierra mojada y humedad en el aire se llama petricor y a partir de ahora lo vas oler casi todos los días, cuando al cielo le dé por romper a llover.

Camino del deseo

Seguro que después de tanta playa en verano, el otoño te llama a visitar campo y montaña. Cuando pises pradera virgen irás marcando una senda con tus pies que antes (o hace mucho tiempo, al menos) no había pisado nadie. Pues bien, este tiene un nombre y es el camino del deseo y lo puedes hacer tú, o cualquier rebaño de ovejitas que pase por el llano.

Estepircursor

No es lo más propio de la estepa ibérica, ni de esta estación, pero con el otoño que estamos pasando tan caluroso no sería precipitado ver la calle como si fuese un escenario de las películas del salvaje Oeste y viésemos rodar ese matojo esférico que pasa. Bien, pues tiene un nombre y es estepircursor. No obstante, y dada su difícil pronunciación, se han creado otros apodos para señalar lo mismo: rodamundos, sorrasca, salicón, barrilla, corredora del desierto, aprietaculos, rodadora… elige el que más te guste.

Rayos crepusculares

Aunque su propio nombre da una pista de lo que pueden significar, seguro que si los ves no los llamas como corresponde: se tratan de rayos que se asoman entre las nubes cuando el cielo está muy encapotado y el Sol está despidiendo o saludando el día y se mueve.

Deshoje

Cuando se caen las hojas. Sí, parece obvio, pero solemos recurrir a explicar este proceso de los árboles con el típico "cuando se caen las hojas".

Equinoccio de otoño

Las cuatro estaciones están determinadas por cuatro posiciones principales en la órbita terrestre, opuestas dos a dos, que reciben el nombre de solsticios y equinoccios. Solsticio de invierno, equinoccio de primavera, solsticio de verano y equinoccio de otoño.

La palabra equinoccio proviene del latín aequinoctĭum y significa "noche igual", o sea, el fenómeno en el que el sol se coloca exactamente por encima del ecuador (el eje de rotación de la Tierra es perpendicular a los rayos del Sol) y hace que las noches y los días tengan la misma duración. Es a partir de este momento en septiembre, cuando el fruto del maíz, el membrillo, o las uvas (entre otras) están a punto de recolectarse.

Rayo globular

El rayo globular, también conocido como centella, rayo en bola o esfera luminosa, es un fenómeno natural relacionado con las tormentas eléctricas, muy típicas del temporal de otoño. Estos toman forma de círculos flotantes y se mantienen más tiempo que un rayo habitual. Puede moverse lento, rápido o permanecer casi estacionario y tienen, a veces, ruidos parecidos a un silbido.

Abonanzar

Cuando veas una tormenta, o de esas lluvias que parecen el diluvio universal en cuatro minutos, a punto de parar puedes usar el verbo abonanzar que significa calmarse o serenarse el cielo.

Encelajarse

Más de una vez en estos meses vamos a encontrar el cielo de ese tono grisáceo que nos dice que está a punto de llover. Bien pues ese hecho antes de que los truenos empiecen a sonar, se le denomina encelajarse: se encelejan los cielos cuando se cubren de nubes.