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El calor es el claro protagonista desde hace días. Aparcar en la calle es sinónimo de achicharrarse al entrar en el coche, y por la noche sobra el edredón. Es decir, empieza a saborearse el verano. Y así va a seguir siendo esta próxima semana, aunque con algunos cambios que le vendrán muy bien al campo. Las lluvias que se producen principalmente en zonas altas se van a extender a regiones más llanas, aunque en pequeña medida, ayudando a mantener un mínimo la humedad del suelo.
Por lo pronto, hasta el miércoles seguirá habiendo muchas zonas de España donde se superen los 35ºC en las horas centrales del día, mientras que por la noche se mantendrán los 15-18ºC, aptos para los paseos sin chaqueta.
Será un calor más tímido, de entre 19 y 24ºC en general, en las provincias de la cornisa cantábrica. Por allí habrá nubes buena parte del día, que darán paso a ratos de sol, y que por la tarde se irán haciendo más compactas hasta dejar chaparrones muy puntuales que tenderán a escampar por la noche.
Eso mismo ocurrirá también en zonas del cuadrante nordeste peninsular, "con posibilidad de chubascos y tormentas más probables e intensos en el área pirenaica y Sistema Ibérico, donde podrían ser localmente fuertes, sin descartarlos en áreas limítrofes", prevé la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En el resto, nada de nada. Ni rastro de nubes o si acaso nubes altas muy finas que no dejarán precipitación.
Eso sí, el viento soplará con fuerza a ratos en Galicia, en el Cantábrico, en el Estrecho (Cádiz y Málaga, principalmente) y en el norte de Canarias.
Esas tormentas que para algunas zonas estropearán el comienzo de la fase 1 darán una tregua a mitad de semana. A partir del miércoles los modelos de predicción estiman que el anticiclón seguirá instaladísimo al noroeste de la Península, estabilizando el tiempo en Reino Unido, Francia, Portugal y España.
Únicamente, puntualiza la Aemet, "se mantiene una pequeña probabilidad de chubascos y tormentas por la tarde en zonas de montaña de la mitad norte peninsular".
La incertidumbre crece mucho en cuanto a qué pasará de aquí a una semana, y por tanto la predicción se hace con cautela. Pero en principio, está previsto que las nubes se reactiven de cara al último fin de semana de mayo.
"La posibilidad de chubascos y tormentas se extiende a otras zonas de la mitad norte de la Península y del nordeste de Castilla-La Mancha", calcula la Aemet.
En conjunto, será una semana más húmeda de lo normal, según lo previsto, en el norte y noroeste, y más o menos normal en el resto con posibilidad de que sea también ligeramente más húmeda que en el promedio de 1981-2010.
En cuanto a las temperaturas, como vemos en el siguiente mapa de anomalía, hablamos de valores hasta 5ºC más altos de lo habitual en parte de la Península. Se espera que puedan rondar de nuevo los 35ºC casi todos los días en el suroeste peninsular, y superar los 30ºC en las regiones del valle del Ebro, especialmente Zaragoza.