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La vuelta del puente no está resultando demasiado desalentadora en general. Tan sólo los bancos de niebla y el frío correspondiente a la fecha hacen de las suyas por ahora pero, eso sí, la atmósfera está a punto de traernos algunos cambios. El anticiclón responsable del ambiente llevadero que reina en España ha empezado a moverse y, de cara a la noche del martes, le diremos adiós para dejar espacio a los frentes que nos envían las borrascas atlánticas. ¿Cómo se prevé lo que queda de semana?
Una borrasca se está acercando al norte de las islas británicas con una presión de alrededor de 945 milibares y dejará olas de hasta 10 metros de altura en las costas escocesas. Como suele ocurrir, el norte de España tampoco quedará al margen, aunque el temporal se vivirá en mucha menor medida que en Reino Unido. El primer frente asociado a este centro de bajas presiones llegará la noche del martes al miércoles, avanzando hacia el este a medida que se deshace ligeramente. A medida que se aleja por el Mediterráneo, otro frente nos visitará por el noroeste.
*Imagen: Oleaje atlántico previsto para el miércoles / Puertos del Estado
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) estima que "nuevos sistemas frontales con precipitaciones afecten principalmente a las vertientes atlántica y Cantábrica" el miércoles, pudiendo llegar al entorno de Cataluña y Baleares, "y con intervalos nubosos en el resto del área mediterránea", informa.
De cara al jueves las precipitaciones serán más cuantiosas en Galicia, zonas de Asturias y León, así como, en menor medida, el Cantábrico y Pirineos.
*Imagen: Precipitación máxima prevista para el jueves, 12 de diciembre / Aemet
En cuanto a las nevadas, las noticias son positivas para los esquiadores. Se espera que el ligero descenso de los termómetros previsto para el miércoles propicie un desplome de la cota de nieve hasta los 1.100 metros en las sierras de la mitad norte peninsular. Durará poco, no obstante, por el aumento de las temperaturas que está en camino.
A partir del jueves las lluvias no vendrán solas. El viento se va a hacer fuerte en el extremo norte peninsular y habrá que extremar las precauciones porque el mar estará muy agitado, con olas que podrán llegar a los 8 metros de altura. Lo más probable es que la Aemet prolongue el aviso naranja en el litoral cantábrico que ya ha activado en las costas del Cantábrico. También las comunidades del este peninsular podrán registrar intervalos de más de 80 km/hora.
*Imagen: Avisos por viento y oleaje adverso previstos para el jueves, 12 de diciembre / Aemet
Por el contrario, se espera que la situación mejore en las Baleares con respecto al lunes y martes, cuando el Mediterráneo ha estado muy alterado.
Las temperaturas iniciarán su propia tendencia al margen de la llegada de frentes que darán un vuelco a la atmósfera. A partir del viernes, cuando el viento se notará en muchas regiones del país y con avisos por nevadas todavía a partir de los 1.200 metros en Pirineos, se prevé que las mínimas no alcancen los ya habituales valores negativos, como ilustran los siguientes mapas del meteorólogo César Rodríguez Ballesteros. De esta manera, las heladas darán una tregua y los termómetros marcarán cifras hasta 10ºC más altos de lo normal para la época del año.
*Imagen: Temperatura mínima prevista para el viernes y sábado, 13 y 14 de diciembre / @crballesteros
Habrá que esperar para conocer qué pasará el fin de semana, aunque es muy probable que en Canarias –al margen del episodio–, el litoral mediterráneo y puntos del valle del Ebro, así como de Baleares, las máximas lleguen a los 18ºC. De cumplirse la predicción, la situación será ligeramente anómala teniendo en cuenta que el domingo entramos ya en la segunda quincena de diciembre.
*Imagen :Anomalía de la temperatura mínima prevista para el viernes, 13 de diciembre / @crballesteros