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En las próximas horas el tiempo va a ir cambiando. Si has guardado el ‘sayo’, rescátalo, te hará falta. Las tormentas se van a extender desde el miércoles por la tarde, y las cantidades de agua prometen ser generosas. Además, tendremos de nuevo granizadas en unas cuantas zonas del norte. Se tuerce la primavera a las puertas del verano.
Las tormentas del domingo fueron suficientes para estropear viñedos y cereales en Aragón, y para inundar alguna que otra estación de Metro en Madrid. Como contrapartida, eso sí, lagunas como las de Ruidera están a rebosar y nuestros embalses un 6% más llenos que el año pasado a estas alturas (aunque sin llegar a los niveles de 2018 y quedándose al 8% de la media de los últimos 10 años). Es decir, las noticias son agridulces.
Durante la pandemia, a los días soleados les han seguido los días nublados y viceversa, y venimos de un final de mayo cuanto menos veraniego. Hemos batido, incluso, algún récord de temperatura por el calorazo anómalo que ha disparado el termómetro hasta los 38ºC en Sevilla en más de una ocasión. Pasear a media tarde era jugarse la insolación.
El episodio que podríamos calificar, poniéndonos tremendistas, de canícula –época de más calor del año que suele darse en julio y agosto– superadelantada, se ha debido a la presencia del anticiclón de bloqueo sobre la Península Ibérica, que se extendía incluso hasta Reino Unido. Allí han tenido el mayo y la primavera más soleados de sus registros. Pero en el comienzo de junio han cambiado las tornas y las bajas presiones riegan a esta hora buena parte de Inglaterra.
En cuanto al cambio de tiempo que se avecina en España y Portugal, lo debemos en primer lugar a la borrasca fría que se ha aislado entre la Península y Azores y, en segundo lugar, a la vaguada –elongación de bajas presiones– que se adentrará a partir del miércoles. La mezcla de masas de aire –caliente en la superficie y frío en altura– dará lugar a mucha convección. Las nubes serán cada vez más gruesas y la precipitación será cuantiosa sobre todo en la mitad norte peninsular.
En la depresión central de Barcelona y de Lleida, y en el Sistema Central de Segovia, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado el miércoles el aviso naranja por riesgo importante derivado de las fortísimas tormentas que se prevén. Podrán ser con granizo allí y en áreas aisladas de Cantabria, Castilla y León, Navarra y La Rioja, y por la tarde podrán dejar en solo una hora más de 30 litros/m(2).
Solo hasta el viernes, habrá municipios de la mitad norte peninsular donde se habrán acumulado más de 80 litros/m(2).
El jueves perderán fuerza en algunas zonas y la ganarán en otras, pero lo que está garantizado es que serán tormentas mucho más generalizadas. Tan solo podrán librarse, sugieren los modelos de predicción, las provincias de Alicante, Murcia y Almería, así como las ciudades de Ceuta y Melilla y las Islas Baleares. En Canarias esperamos lloviznas débiles.
Cierto es, que en zonas de Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía la precipitación será muy escasa, pero no hay que despistarse porque lo poco que caiga lo hará de sopetón.
Pero tampoco serán días para estar en la playa, o mejor dicho, no serán tardes de estar en la playa. El viento podrá soplar en el sur del litoral mediterráneo con rachas de más de 70 km/hora el jueves. Será seco y cálido, de poniente, por lo que no se esperan lluvias pero sí sensación de bochorno en las horas centrales del día.
Mientras por allí el termómetro sigue veraniego, en torno a los 30ºC que superan ligeramente lo habitual para la época del año, en el resto de cara al jueves se impondrá el fresco. Hará menos de 26ºC en la mayor parte del país y un puñado de localidades en Galicia, Asturias, Castilla y León, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña se quedarán con máximas por debajo de los 20ºC. Lo vemos en el siguiente mapa del meteorólogo César Rodríguez Ballesteros:
La Aemet no descarta, de hecho, que pueda caer algo de nieve en las cimas en Pirineos. Será escasa, pero significativa teniendo en cuenta que estamos en junio, y en el verano meteorológico que arrancó el lunes (diferente del astronómico, que empezará el día 20).