El verano se despide con una ciclogénesis explosiva en la Península

Marcos Fernández* | Meteoralia 15/09/2015 12:20

Las lluvias que ya han empezado a caer con intensidad en las costas gallegas y que terminarán alcanzando la zona centro a última hora de este martes y, sobre todo durante el miércoles, son fruto de la unión de la tormenta extra tropical Henri y otra depresión procedente de Canadá y rumbo a Europa occidental. La conjunción de ambas da como resultado la formación de esta profunda borrasca que afectará de lleno a la mitad occidental y centro del país, buena parte de Francia, Reino Unido y, a finales de semana, los países escandinavos.

Además, llama la atención la configuración del mapa en sí, que da lugar a una situación más propia de un mes de octubre o de noviembre, cuando ya estamos metidos de lleno en el otoño o en el invierno y no en la última semana del verano. No es frecuente este tipo de configuración en nuestra latitud en un mes de septiembre. Sin embargo, si las previsiones acaban cumpliéndose, este mes va a ser fiel al calendario y no volverá a los calores que hemos sufrido durante la primera mitad del verano.

Así pues, la unión de Henri con la segunda depresión que le sigue va a dar lugar a una situación de la que hemos oído hablar en otras ocasiones y que recibe el nombre de ciclogénesis explosiva. Cuando los meteorólogos hablan de ella se refieren a la formación de una borrasca que se profundiza en un cortísimo espacio de tiempo y con mucha intensidad. Vemos muchas isobaras dibujadas alrededor de ese centro de la borrasca. La caída brusca de presión determina su virulencia. Lo notamos especialmente en las fuertes rachas de viento, que en zonas de costa pueden superar holgadamente los 100-120 km/h y en zonas altas del interior alcanzar o también superar los 80-90 km/h en medio de un episodio de lluvias intensas.

Precisamente, es lo que ha ocurrido en las últimas horas cuando esta borrasca se ha posicionado frente a las costas gallegas donde genera ya un fuerte oleaje que ha activado los avisos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en buena parte de las costas del norte. Además, de cara a estas próximas horas, un frente asociado a esta profunda borrasca se descolgará regando buena parte del norte y centro de la Península, unas lluvias que serán las primeras en consideración tras un verano largo, muy cálido y también muy tormentoso.

Además, tras el paso del frente frío, cuando se abran los cielos, y como es habitual, las temperaturas van a descender de forma moderada o notable con valores verdaderamente otoñales en amplias áreas del centro peninsular, lo cual nos va a recordar que estamos a unas horas de despedir el verano.

Pero, volviendo al término de la ciclogénesis explosiva, podemos hablar de una borrasca explosiva cuando la caída de presión en 24 horas (en nuestra latitud) se sitúa en torno a los 18 o 20 milibares (o bien del orden de 10 milibares (mb) en la mitad de tiempo.

Como el propio Ángel Rivera, ex portavoz de AEMET, explica para hablar de una ciclogénesis explosiva (o borrasca intensa) "tienen que darse a la vez una borrasca o bajada de presión en niveles bajos que interaccione positivamente con otra de niveles altos. La segunda tendría más de 300 mb y estaría lejos de la primera, por lo que se produciría entre las dos una amplificación de la bajada de la presión en niveles inferiores en un corto periodo de tiempo".

Por otro lado, también merece la pena aclarar que este no es un fenómeno extraordinario a pesar de lo escandaloso de su nombre. Las ciclogénesis explosivas suelen formarse en latitudes medias y altas, así como en áreas de océano abierto. No obstante, no es extraño que este fenómeno suceda periódicamente.

En concreto, en España hemos presenciado unas cuantas en los últimos años, por ejemplo, Petra entre el 24 y el 25 de abril de 2012 o el potentísimo Klaus, que dejó cuantiosos daños a su paso del 23 al 25 de enero de 2009 en la costa Cantábrica con vientos superiores a los 150 km/h y olas que superaron los 12 metros en las costas de Vizcaya. Más intensa incluso fue Xynthia entre el 26 y el 28 de febrero de 2010 con una racha de viento que alcanzó los 228 km/h en Vizcaya con un balance de tres víctimas mortales.

Dirk fue una de las últimas en asomarse a la Península en la Nochebuena y la Navidad de 2013 aunque sus efectos no fueron tan devastadores como los anteriores.

En todos estos casos, las borrascas atravesaron velozmente distintos puntos de la Península en un episodio de lluvias cuantiosas en corto espacio de tiempo, rachas huracanadas y fuerte marejada o mar arbolada en zonas de costa. En situaciones como estas, conviene consultar periódicamente la información meteorológica y, especialmente, los avisos de AEMET.

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* Marcos Fernández (@marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.