El Papa León XIV urge a reforzar una formación integral y humana de los candidatos al sacerdocio para recuperar la confianza en la Iglesia

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Imagen archivo del Papa León XIV. Europa Press
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El Papa León XIV ha llamado a reforzar una formación integral de los candidatos al sacerdocio como respuesta a la crisis de abusos en la Iglesia, a la que califica como una “vergüenza” que exige humildad y cambios profundos. Así lo expresa en su carta apostólica 'Una fidelidad que genera futuro', publicada con motivo del 60º aniversario de los decretos conciliares Optatam Totius y Presbyterorum Ordinis, promulgados en 1965.

En el texto, el Pontífice subraya que los abusos cometidos por miembros del clero han provocado una grave crisis de confianza, lo que hace imprescindible garantizar el crecimiento humano y espiritual de los futuros sacerdotes. En este sentido, insiste en que la formación no debe limitarse a lo académico o disciplinar, sino asegurar una madurez personal sólida, acompañada de una vida espiritual profunda.

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Asimismo, León XIV reclama un renovado compromiso formativo para afrontar la realidad de quienes abandonan el ministerio tras años o incluso décadas de servicio. Señala que esta situación no puede analizarse únicamente desde una perspectiva jurídica, sino que requiere escucha, comprensión y compasión, atendiendo a las múltiples causas personales y pastorales que pueden llevar a esa decisión.

El Papa destaca también que el seminario debe ser una “escuela de los afectos”, capaz de formar personas humanamente maduras y espiritualmente estables. Solo así, afirma, los sacerdotes y consagrados podrán vivir de forma auténtica el celibato y anunciar de manera creíble el Evangelio, manteniendo relaciones sanas y genuinas con los demás.

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En el plano social y material, León XIV reclama avanzar hacia una mayor equidad económica entre los sacerdotes que trabajan en parroquias pobres y aquellos que ejercen su ministerio en comunidades más acomodadas. Además, advierte de que en muchas diócesis no está garantizada una adecuada cobertura para la enfermedad y la vejez, por lo que llama a reforzar el cuidado recíproco, especialmente hacia los presbíteros más solos, enfermos o ancianos.

Por último, el Pontífice anima a las iglesias particulares a promover iniciativas que ayuden a los sacerdotes a conocer y aplicar las directrices del documento, fomentando un estilo sinodal de Iglesia. En este marco, defiende superar el modelo de liderazgo centralizado, apostando por una conducción más colegiada, basada en la cooperación entre presbíteros, diáconos y todo el Pueblo de Dios, como una de las grandes oportunidades para el sacerdocio del futuro.

Una curia romana "más misionera"

El Papa León XIV ha instado a reforzar una formación integral de los candidatos al sacerdocio como respuesta a la crisis de los abusos en la Iglesia, una situación que, según reconoce, ha generado una profunda pérdida de confianza y supone una “vergüenza” que exige humildad y renovación. Así lo expresa en su carta apostólica Una fidelidad que genera futuro, publicada con motivo del 60º aniversario de los decretos conciliares Optatam Totius y Presbyterorum Ordinis.

En el documento, el Pontífice subraya que los abusos cometidos por miembros del clero han evidenciado la urgencia de garantizar la madurez humana y espiritual de quienes se preparan para el presbiterado. Insiste en que la formación debe ser completa y sólida, integrando la dimensión humana con una vida espiritual profunda, para asegurar un ejercicio del ministerio responsable y creíble.

León XIV también llama a un renovado compromiso formativo ante el fenómeno de los sacerdotes que abandonan el ministerio tras años de servicio. A su juicio, esta realidad no debe abordarse solo desde una perspectiva jurídica, sino con comprensión y compasión, atendiendo a las circunstancias personales y pastorales que pueden haber influido en esas decisiones.

Asimismo, defiende que el seminario sea una auténtica “escuela de los afectos”, capaz de formar personas emocionalmente maduras y espiritualmente firmes. Solo presbíteros bien integrados en lo humano y lo espiritual, afirma, podrán asumir de manera responsable el celibato y anunciar con coherencia el Evangelio.

En el ámbito social y material, el Papa reclama avanzar hacia una mayor equidad económica entre los sacerdotes que trabajan en parroquias pobres y aquellos destinados a comunidades más acomodadas. Además, advierte de la falta de garantías en muchos lugares respecto a la atención a la enfermedad y la vejez, por lo que pide reforzar el cuidado mutuo, especialmente hacia los más solos, enfermos o ancianos.

Finalmente, León XIV anima a impulsar un estilo de Iglesia más sinodal, en el que el ministerio sacerdotal se ejerza desde la colaboración y no desde un liderazgo centralizado. En este sentido, propone superar modelos de dirección exclusivos y avanzar hacia una conducción más colegiada, basada en la cooperación entre presbíteros, diáconos y el conjunto del Pueblo de Dios.