Munición, luz y gasolina: en qué gastará Defensa el polémico aumento de los 1.000 millones de euros del presupuesto militar

Munición, material, luz o gasolina. Son los gastos "extra" que la guerra de Ucrania ha supuesto para Fuerzas Armadas en España. La inyección de 999,7 millones de euros al presupuesto de Defensa es, según el Gobierno, la manera de "hacer frente a los gastos extraordinarios" que ha generado la guerra de Ucrania en las cuentas de los Ejércitos.

El dinero -casi mil millones de euros- que proviene del fondo de contingencia supone casi un incremento del 10% del presupuesto del Ministerio de Defensa para 2022, que asciende a 10.152,43 millones de euros. Las cuentas del ministerio de Margarita Robles se han visto muy afectadas por la invasión de Putin a Ucrania y la respuesta española en apoyo del pueblo ucraniano y su defensa.

"España ha participado de todas las medidas de sanciones, hemos apoyado materialmente al Gobierno y al pueblo ucraniano para su legítima defensa", explicaba la ministra portavoz Isabel Rodríguez durante el Consejo de Ministros.

Aunque el Gobierno nunca ha especificado con detalle la totalidad del material militar enviado a Ucrania "por motivos de seguridad", estos mil millones de euros desvelan el posible coste de la guerra de Putin para nuestros Ejércitos.

"El compromiso del Gobierno a la respuesta a la invasión de Putin que tiene que ver con hacer frente a los gastos extraordinarios que se han producido en las Fuerzas Armadas por esa guerra", Isabel Rodríguez

Munición, armas ligeras y equipos de protección individual

650 de los mil millones de euros van destinados al Capítulo VI del presupuesto del ministerio de Defensa. Es decir a las inversiones reales. Es lo que Defensa se gasta en material y en tener desplegados a militares en misiones de mantenimiento de la paz (sin contar sueldos). Los programas de armamento también están en este capítulo, pero este dinero no es para ellos. Los 650 millones suponen un incremento de casi el 17% de esta partida y son para reponer el material que se ha entregado al régimen de Zelenski desde que comenzó al guerra.

A principios de marzo, España envió 1.370 lanzagranadas antitanque tipo CS90, 700.000 cartuchos de ametralladora, un vehículo blindado RG-31 equipado como ambulancia, y material de protección. Además a finales de abril el buque "Ysabel" trasladó hasta Polonia 200 toneladas de armas y munición, 30 camiones de gran tonelaje y diez camiones ligeros, que debían llevar el armamento y la munición hasta la frontera ucraniana.  Las remesas anteriores fueron transportadas por vía aérea en once aviones militares españoles a través de Polonia.

Con esa cantidad de dinero también se contempla adquirir EPI's (Equipos de Protección Individual) para nuestras tropas, ahora que la OTAN exige más efectivos en la Fuerza de Respuesta Rápida. Actualmente España tiene desplegados en Letonia más de 600 soldados, el doble que había antes de empezar la guerra de Ucrania. Los 650 marinos de las tripulaciones de las dos fragatas, un cazaminas y un buque de Acción Marítima (BAM) que patrullan el Mar Negro. Su despliegue, sin contar sus salarios, también cuesta dinero y una parte se repercute en este capítulo de gasto.

Luz, gas y gasolina, en la factura del ministerio de Defensa

Los casi 350 millones de euros restantes de ese crédito de casi mil millones se van a destinar al capítulo II del presupuesto de Defensa, los gastos corrientes en bienes y servicios. Es decir, es el coste del "sostenimiento de las Fuerzas Armadas". Desde el mobiliario, las dietas, hasta el transporte o el alquiler de equipos. Y cómo no la energía.

Con esos millones se va a pagar también la gasolina empleada para llevar las armas hasta Ucrania, el gasoil de las fragatas o el gas y la electricidad que se ha consumido de manera "extra" por las Fuerzas Armadas debido a la guerra. Esos 350 millones suponen un incremento del 38% del gasto en este capítulo II. Los 909 millones de euros presupuestados al inicio, pasarán a ser casi 1.260 millones.

Este año, el ministerio de Margarita Robles había recortado más de 13 millones de euros en gastos de luz, agua, combustibles, transportes y traslados. Pero la realidad de la guerra en Ucrania ha obligado a aumentar todas esas partidas. El envío no previsto de material a Ucrania y de militares al Mar Negro y a Letonia ha roto los cálculos de Defensa. El encarecimiento de los precios de la energía ha terminado de disparar el presupuesto. Toca reponer lo invertido y dar un paso más hacia el 2% del PIB que exige la OTAN. Estos mil millones cuentan.