Las lluvias aplacan al fuego en Galicia, devastada por los incendios en verano: han ardido 40.000 hectáreas

  • La llegada de la lluvia y el descenso de las temperaturas ha ayudado a mejorar la situación de los incendios en Galicia

  • Tras un verano nefasto en materia de incendios forestales, ya solo quedan dos incendios activos en Galicia: el de Laza (Ourense) y el de Pantón (Lugo)

  • El fuego ha arrasado más de 40.000 hectáreas en Galicia este verano

España continúa sumida en un verano nefasto en materia de incendios forestales mientras aguarda a que el brusco cambio de tiempo que se está produciendo y la llegada de las lluvias ayuden a combatir las llamas que todavía están arrasando numerosas hectáreas en distintos puntos del país. Una de las comunidades más afectadas en estos meses ha sido Galicia, con más de 40.000 hectáreas arrasadas este verano. Todavía hoy siguen activos varios incendios, en Laza (Ourense) y Pantón (Lugo), aunque las lluvias registradas en las últimas horas están resultando claves para las labores de extinción.

Después de un verano muy seco, las precipitaciones han llegado a toda la comunidad, especialmente en la mitad norte, aunque solo están previstas para hoy. Lo que sí que se mantiene, no obstante, son las bajadas generalizadas de las temperaturas, con mínimas de 23 y máximas de 13; unos valores que, en suma, favorecen a que mejore la situación.

Los incendios de Laza y Pantón, los únicos que quedan activos

En este escenario, los bomberos trabajan en la extinción de los dos únicos incendios que permanecen activos en la comunidad: el de Laza, con 2.100 hectáreas arrasadas, y el de Pantón, que ha calcinado 25.

El declarado en la localidad ourensana comenzó hace una semana en la parroquia de Camba y permanece controlado. Su extensión se mezcló con el originado en el municipio de Chandrexa de Queixa, lo que complicó la situación.

El de Pantón, en la parroquia de Frontón, inició el pasado martes y se encuentra estabilizado, según la última actualización de la Consellería de Medio Rural en la mañana de este miércoles.

Los incendios no han dado tregua en Galicia

Solo en lo que ha transcurrido del mes de agosto hasta la fecha se han quemado más de 8.100 hectáreas en Galicia; una cifra que se suma a las más de 34.000 que ardieron en la segunda quincena de julio.

El 12 de agosto, más de una semana después de que empezase en la parroquia de Cures, quedó extinguido el fuego de Boiro, en la comarca de O Barbanza (A Coruña). Las hectáreas arrasadas por este fuego forestal ascienden a 2.200, de las que 607 eran monte arbolado y las 1.593 restantes de monte raso.

Por su parte, el que se desató en Boiro es el mayor de los registrados hasta ahora durante el mes de agosto en la comunidad gallega en lo que respecta a superficie afectada, si bien el de Laza le sigue cerca. Dada su peligrosidad y su expansión, provocó la activación de la alerta por proximidad a viviendas, obligando a desalojos.

Las llamas quemaron el monte de A Curota y se extendió a los municipios de A Pobra do Caramiñal y Ribeira.

Otros fuegos extinguidos en agosto han sido: O Irixo (680 hectáreas), Verín (600 hectáreas), Caldas de Reis (450 hectáreas), Carballeda de Valdeorras (440 hectáreas) Ponte Caldelas (380 hectáreas), A Mezquita (224 hectáreas), Castrelo do Val (173,2 hectáreas), Maceda (120 hectáreas), As Pontes (dos fuegos de 109 y 60 hectáreas), Boborás (99,4 hectáreas), Riós (94,1 hectáreas), Oímbra (88,8 hectáreas), Arbo (82 hectáreas), A Gudiña (76,5 hectáreas).

La lista de los ya extinguidos en agosto se completa con: Calvos de Randín (50 hectáreas), Ponteareas (15,6 hectáreas), San Xoán de Río (8,2 hectáreas) y Ames (6 hectáreas).

Otro de los fuegos extinguidos más significativos fue el del municipio de Monfero (A Coruña), parroquia de Queixeiro, ya que puso en riesgo la reserva natural de las Fragas do Eume, si bien se apagó después de quemar solo 0,01 hectáreas de monte arbolado. También ardieron 0,21 hectáreas en Vilariño de Conso, con afectación al Parque Natural do Invernadeiro.