El juez sentará al productor José Luis Moreno en el banquillo por liderar una supuesta organización criminal que estafaba a bancos
El juez ve indicios para juzgar a Moreno y a su pareja de entonces el actor Martín Czehmester
José Luis Moreno niega en la Audiencia Nacional haber defraudado 3,4 millones de euros a Hacienda entre 2017 y 2021
El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, propone sentar en el banquillo al empresario José Luis Moreno por integrar presuntamente una organización criminal dedicada a conseguir fraudulentamente financiación de bancos e inversores para "lucrarse de manera ilegítima".
Se refiere al 'caso Titella' por el que el famoso productor fue detenido en el verano de 2021. Salió de la Audiencia Nacional con una fianza de dos millones de euros. Cuatro años después, el magistrado propone juzgar a 55 investigados por delitos como estafa en concurso con falsedad, blanqueo, organización criminal, corrupción en los negocios y frustración de la ejecución, según EFE.
En ese auto, el juez ve indicios para juzgar a Moreno y a su pareja de entonces, el actor Martín Czehmester, por presunto fraude a Hacienda entre 2019 y 2020.
Desde fraudes y estafas a bancos hasta falsificación de efectos bancarios
El juez describe los indicios de una presunta red criminal que estaría activa desde 2017 y en la que Moreno estaría situado en el primer nivel. Con una “extraordinaria complejidad”, la organización se dividía en especialidades que iban desde el fraude y estafas a bancos hasta el blanqueo de los beneficios y la falsificación de efectos bancarios.
El magistrado piensa que el objetivo de la organización era obtener lucro aparentando solvencia económica para así lograr créditos a empresas y hacer suyo el importe, simulando una crisis económica por una mala gestión mercantil o por incidencias del mercado.
Moreno, el principal destinatario de los fondos
En medio de esa necesidad de una financiación privada y sus numerosas deudas con Hacienda, Moreno contactó con uno de los presuntos líderes de la organización, Antonio Luis Aguilera y "colaboró con él para obtener financiación fraudulenta". "Una de sus funciones esenciales era generar confianza en las entidades financieras al tratarse de un personaje público", explica en el auto. Así, utilizaba su nombre para que fuese más fácil conseguir el dinero.
Para el juez, Moreno era el principal destinatario de los fondos y el encargado de presentar proyectos audiovisuales para los que pedía recursos. En esa primera línea también estaba Aguilera y Antonio José Salazar, que eran los encargados de conseguir las sociedades pantalla, maquillarlas y presentarlas ante los bancos como las beneficiarias de la financiación.
Se valían de tercenas personas como abogados, gestores financieros, empleados de banca y "otras personas de su especial confianza". El juez asegura que sería imposible organizar, planificar y ejecutar la mayoría de estafas sin esa colaboración.
Usaban empresas pantalla para simular relaciones comerciales
La red usaba las empresas pantalla y los testaferros para simular relaciones comerciales y económicas entre sociedades para transferir dinero y así impedir su rastreo. Para engañar a los bancos, emitían letras o pagarés vacíos -llamado el sistema de ‘peloteo de cheques’- y abonaban las deudas con los fondos que conseguían a través de las nuevas líneas de financiación.
El juez recalca que cada miembro "mantenía su actividad delictiva con su propia cartera de empresas" para después "simular actividad comercial con otras pertenecientes a otros miembros". Todo un entramado de empresas que en apariencia parecían solventes pero que era usada para engañar a los bancos. Entre las víctimas de dicha red hay entidades financieras, sociedades de garantía recíproca, la Hacienda pública e inversores particulares.