Así y según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, para la presunta autora del crimen, CH.H.S., de 14 años, la pena que deberá cumplir es de cinco años de internamiento y tres más de libertad vigilada por un delito de asesinato con alevosía.
Para la acusada de encubrimiento, N.N.N., de la misma edad, será de dos años de internamiento en régimen semiabierto, en los cuales se incluirá "un periodo final de libertad vigilada".
En lo que ha habido desacuerdo entre las partes ha sido respecto a la indemnización que deberá pagar la principal acusada a la familia de la víctima y que tendrá que fijar el juez de menores cuando comunique la sentencia.
Los padres de la fallecida, Francisco y Pilar, han solicitado una indemnización de 300.000 euros, cuantía que la fiscalía deja en 150.000.
Tras la confesión de culpabilidad de las jóvenes no ha sido preciso celebrar el juicio que se iba a desarrollar durante tres días entre fuertes medidas de seguridad para evitar que se conociera la identidad de las menores, que llegaron a los juzgados en un coche camuflado de la policía.
A la salida de los juzgados, Francisco Martín de la Sierra, padre de la menor fallecida, ha dicho que aunque están satisfechos con el juicio de conformidad, "no está contento", ya que a su juicio la autora del crimen debería cumplir "cadena perpetua".
Las menores acusadas, compañeras de instituto de la fallecida, llegaron minutos antes de las diez de la mañana a la sede judicial ocultas en un coche de la policía camuflado de color azul oscuro con los cristales tintados, procedentes del centro de menores donde están internadas.
El vehículo policial entró por la puerta del garaje de los juzgados para preservarlas así de las cámaras de televisión y de los fotógrafos, a los que tampoco se permitió el acceso al edificio, custodiado por agentes de la Unidad de Prevención y Reacción del Cuerpo Nacional de Policía.
Estos mismos agentes tuvieron que proteger la entrada a los juzgados de los padres de la menor fallecida, Francisco y Pilar, del acoso de los periodistas.
Antes de que se supiera el desenlace de la vista oral, el padre de Cristina, Francisco Martín de la Sierra, explicó que estaba nervioso, que trataba de pasar este duro trance a base de ansiolíticos y que apenas ha podido dormir esta noche, al igual que su mujer, Pilar, que llegó llorando al juicio, al que estaban citados como testigos.
A las dependencias policiales también acudió para apoyar a la familia de la víctima María del Mar Bermúdez, madre de Sandra Palo, la joven de Getafe (Madrid) asesinada y violada por cuatro jóvenes, tres de ellos menores hace siete años.
La madre de Sandra Palo ha vuelto a criticar, al igual que lo vienen haciendo la familia de Cristina, las escasas y "ridículas" penas que contempla la Ley del Menor para este tipo de delitos.
Cristina Martín de la Sierra fue encontrada muerta por la Guardia Civil cuatro días después de su desaparición en una antigua cantera de yeso a las afueras de Seseña, lugar donde la presunta autora del crimen y la fallecida, que no tenían buenas relaciones, se citaron para hablar.
Durante la discusión, la presunta autora del crimen, la agarró del cuello y tras tirarla al suelo le golpeó la cabeza con una piedra, para finalmente asestarle varios cortes en la muñeca que le hicieron morir desangrada, en una agonía que pudo durar entre dos y tres días.