Dolors Sabater (CUP): “Apoyaremos a quien impulse una banca y farmacéutica públicas”

  • La exalcaldesa de Badalona se postula como "el único voto útil para revitalizar el debate soberanista y salir de este callejón sin salida"

  • ¿Cómo describe a los candidatos rivales? ¿Cuál sería su primera medida? ¿Viaja en transporte público? ¿Con qué emoticono definiría Cataluña?

  • Sabater, profesora y activista social con una corta carrera política, atiende a NIUS en la sede de la CUP de Barcelona

Dolors Sabater (Badalona, Barcelona, 1960) es la apuesta de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) para las elecciones catalanas del 14 de febrero. Esta profesora especializada en educación especial y curtida en el activismo social dio el salto a la política en 2015 como alcaldesa de Badalona. El Partido Popular, el Partit Socialista Català y Ciutadans ("el bloque del 155", como se refiere ella) la expulsaron del consistorio tras una moción de censura tres años después, en los que defiende haber implantado una fiscalización "más justa" y facilitado el derecho a la vivienda.

Ahora, lidera la candidatura CUP - Un nou cicle per guanyar frente a otros activos de la formación anticapitalista, postulándose como "el único voto útil para salir de este callejón sin salida y revitalizar el debate soberanista". NIUS comienza las entrevistas a los cabezas de lista de las elecciones catalanas del 14-F y la candidata 'cupaire' nos recibe en la sede del partido en Barcelona, cuyas paredes amarillas se encuentran a una manzana de la inactiva plaza de toros Monumental, algo irónico si se repara en el fuerte carácter antitaurino de la formación.

Tras manifestar su voluntad de hacer parte de la entrevista en catalán "para que el resto de España conozca la riqueza cultural del Estado", Sabater y su equipo han accedido a la propuesta de este medio.

P: Si consiguiera la presidencia de la Generalitat, ¿qué medida tomaría primero?

Dolors Sabater, candidata de la CUP - Un nou cicle per guanyar: Una que se puede tomar de forma inmediata es la de poner la sanidad privada y concertada al servicio de la sanidad pública. Eso son más de 9.000 camas y fortalecería los servicios públicos. También tenemos un plan de choque para que esta crisis no la paguemos otra vez los trabajadores, los que sufrimos precariedad, mientras que las grandes fortunas siguen enriqueciéndose. El nuestro es un programa de rescate social que incluye la medida social más urgente, aplicar una renta básica universal de 775 euros por persona para que la gente no se quede sin comer.

P: ¿Ese es el principal problema que sufre Cataluña?

R: Sí, y tiene otro: recuperar la democracia. Hemos visto cómo el Tribunal Constitucional se carga los acuerdos del Parlament de Cataluña por mejorar el derecho a la vivienda, limitar la subida de los alquileres… y tampoco ha respetado la decisión del Govern de aplazar la fecha de estas mismas elecciones en aras de una mayor salud y capacidad de voto. Y otra medida urgente es que la Generalitat retire sus acusaciones a personas juzgadas por ejercer su derecho a la protesta: la represión nos viene del Estado español, pero la Generalitat está colaborando.

P: Todo indica que habrá que pactar tras el 14 de febrero. ¿Tienen ustedes en algún partido alguna línea roja?

R: Eso de que habrá que pactar… habrá que ver los resultados porque hay muchas dudas derivadas de la pandemia: mucha gente no podrá votar, como las personas ingresadas o en cuarentena. Y los sondeos fijan todavía una cantidad muy importante de electores indecisos que determinarán los resultados. Lo que sí sabemos es que no vamos a gobernar en un Govern que esté en el marco de las autonomías, apuntalando el régimen que apoya al IBEX 35 y que no gobierna para las mayorías y la gente trabajadora. No apoyaremos al PSC y mucho menos a los partidos constitucionalistas del bloque del 155, que están persiguiendo el derecho a expresión y autodeterminación del pueblo catalán.

No apoyaremos al PSC y mucho menos a los partidos constitucionalistas del bloque del 155

Tras las elecciones, preguntaremos al resto de partidos si están dispuestos a tomar el control de los sectores energéticos, a poner la autodeterminación en el centro para mejorar la vida de la gente y a impulsar una banca y una farmacéutica públicas. Lo que está pasando ahora con las vacunas lo deja muy claro: las empresas privadas no tienen problema en decidir si se puede vacunar o no a pesar de y habiendo recibido fondos públicos. No podemos poner la vida en manos de los intereses de las élites.

P: ¿Qué prefiere? ¿Una coalición con ERC y JxCat o una con ERC y Comunes?

R: No se trata de hacer una quiniela con las siglas. Depende de lo que estén dispuestos: preferimos a quien ponga como prioridad el fortalecimiento de los servicios públicos, una economía a favor de la vida y no de las fortunas y el derecho a la autodeterminación. Habrá que ver cómo se definen estas formaciones, ya que, en lo que atañe a Comunes, hay una diferencia entre lo que ellos han defendido y lo que hacen luego en las instituciones. Hemos visto como la candidata Jéssica Albiach se ha abstenido en el acuerdo del Parlament para pedir la amnistía de los presos, mientras que su formación no ha votado a favor de que Salvador Illa diera explicaciones en el Congreso sobre cómo está gestionando la pandemia, que es la peor gestión de toda Europa. Y ya hicimos la propuesta de la farmacéutica pública y ERC y JxCat ya votaron en contra.

En lo que atañe a Comunes, hay una diferencia entre lo que ellos han defendido y lo que hacen luego en el Parlament y en el Congreso

P: Algunos analistas consideran que estas elecciones son las primeras en muchos años en las que la clave no es solo el debate independentista. ¿Lo comparte?

R: Yo creo que sigue siendo la clave para la mayoría independentista. ¿Queremos seguir como hasta ahora, en un Govern que no ha avanzado en la autodeterminación ni en los derechos sociales ni en el cese de la represión? Somos el único voto útil para romper con este callejón sin salida y revitalizar el debate soberanista: hay que darle la importancia que tiene porque es la única forma de avanzar social y nacionalmente.

P: Entonces, ¿estos comicios vuelven a ir de alcanzar el 50% de los votos independentistas?

R: Sí, pero discrepo que ejercer el derecho a la autodeterminación dependa del porcentaje. Es un derecho que existe, está reconocido internacionalmente y es inherente a los pueblos sin estado, como es el 'poble català'.

P: ¿La CUP ha estado relegada a un segundo plano?

R: Es cierto que ha tenido poca representación esta última legislatura a pesar de haber hecho propuestas importantes. Somos una fuerza que actúa en la calle, con los movimientos sociales parando desahucios, reivindicando el derecho de expresión, de libertad afectivo social, contra el racismo y el fascismo… pero cuando hemos estado en las instituciones con una fuerza significativa, se ha notado, como en el Ayuntamiento del Ripollet o en mi caso el de Badalona, donde pusimos en la agenda política cosas que muchos gobiernos reformistas y de socialdemocracia no habían hecho: una fiscalización más justa, la remunicipalización de servicios que no debían haberse privatizado, planes estratégicos feministas…

Preguntaremos si están dispuestos a tomar el control de los sectores energéticos, a poner la autodeterminación en el centro y a impulsar una banca y farmacéutica públicas

P: ¿Qué inversión necesita Cataluña?

R: El déficit histórico de inversión es incuantificable y te pongo un ejemplo: el corredor del mediterráneo. Después de que el Estado centralice las inversiones y no priorice un corredor que influye en la economía no solo de los 'Països Catalans’, sino también de Andalucía y de Europa, el déficit de inversión es incuantificable. Y lo que es seguro es que las migajas con las que se baraja el intercambio de promesas sobre financiación no justifican un apoyo a unos Presupuestos Generales que no tienen como contrapartida acabar con la represión, por mucho que diga ERC.

P: ¿Hay que subir los impuestos en Cataluña?

R: Los más ricos deben pagar más y los más pobres, menos. Nuestra reforma fiscal beneficia a un 90% de la población, mientras que ahora las grandes fortunas no contribuyen y hasta el Estado perdonó sus deudas aprobando la amnistía fiscal. Pero claro, ¿qué ejemplo tenemos si el jefe del Estado está defraudando a Hacienda y no se le persigue?

P: ¿Cómo ve Cataluña en 20 años?

R: Será un país que habrá demostrado que el autogobierno y la soberanía popular pueden ser la mejor fórmula para revertir las desigualdades y hacer países más democráticos y justos socialmente y ecológicamente. Lo mínimo que se le puede pedir a un país es que devuelva el poder al pueblo para que se gobierne y ejerza políticas realmente justas, con una economía solidaria, una reindustrialización alineada con la transición ecológica y una soberanía alimentaria, energética y de producción. Y pienso en una Cataluña en 20 años que pueda ejercer su derecho a autogobernarse con unos servicios públicos fuertes.

P: ¿Es Carles Puigdemont un exiliado político?

R: Sí, y las decisiones que están tomando otros países europeos le dan la razón. Una cosa es que España continuúe unida y ninguno de sus pueblos se independice. Eso es tan legítimo como querer independizarse y esas tendrían que ser las normas del juego. Se ha cometido el error de convertir este problema político en uno judicial y de hacer creer a la gente que la autodeterminación es un delito. Si se hubiese jugado desde la inteligencia política, no hubiesen hecho el ridículo de convertir en un criminal a un político que está en el Parlamento Europeo.

Evidentemente, es un exiliado porque está perseguido por sus ideas y por ejercer la democracia y esta, si no cabe en la constitución, habrá que cambiar el marco del régimen del 78, que está caducado. Las leyes se cambian cuando se lucha para cambiarlas y, en ese periodo siempre hay desobediencia. Seguro que tú no te has tenido que enfrentar a la obligación de cumplir el servicio militar obligatorio.

P: Así es…

R: Y eso es gracias a mucha gente que luchó para que se aboliera esta ley, que no impidió una lucha sostenida de muchos años de desobediencia que conllevaba cárcel, represión, pérdida de derechos de representación política… Y ese delito ha desaparecido. Así que, ¿por qué iba a ser un delito querer ser independientes? Es un absurdo: el Estado debe resolverlo políticamente. Por lo tanto, Puigdemont es un exiliado político como lo es Anna Gabriel y muchos otros consellers de la Generalitat que no pueden volver a casa porque están perseguidos por sus ideas.

P: ¿Cómo describiría a Salvador Illa, candidato del Partit Socialista?

R: Un político oportunista, de derechas y que no le importa manifestarse con Vox cuando conviene ni dejar abandonado el Ministerio de Sanidad a pesar de estar en la peor crisis sanitaria de la época.

P: ¿Y a Aragonès, de Esquerra Republicana?

R: Neoliberal.

P: ¿Laura Borràs (Junts per Catalunya)?

R: Una mujer que no viene de la política institucional pero que ha incorporado el programa neoliberal de JxCat de forma inmediata.

P: Carlos Carrizosa, de Ciutadans…

R: Un 'destroyer'

P: Albiach (En Comú Podem)...

R: (Duda...) Una persona que no cambia cuando habla en campaña, que no es consistente en los principios que defiende.

P: ¿Y a Alejandro Fernández, del Partido Popular Catalán?

R: Un político del régimen, pero no solo del 78, sino del que hemos heredado del franquismo.

P: ¿Àngels Chacón del Partit Demòcrata de Catalunya?

R: La cara más dura del neoliberalismo catalán.

P: Y para acabar, ¿Ignacio Garriga, de Vox?

R: (Se lo piensa) No voy a perder ni un segundo con ese candidato.

Sabater, con 60 años y una corta carrera política, no abandona el tono recto y electoral de su discurso. Algo que sí que ha hecho al responder al cuestionario personal, que ha desprovisto la entrevista de su carácter institucional y ha llevado a la candidata a reírse: "¡Tendré que prepararme mejor estas preguntas!".

P: ¿Cómo cree que la ven a usted el resto de candidatos?

R: Creo que como una referente de esta nueva política que tuvo tanta fuerza después del 15-M, y como una persona sólida en sus convicciones.

P: ¿Cuál ha sido el mejor president de Cataluña?

R: Aún no ha llegado.

P: Entonces, ¿cuál será?

R: El que culmine el proyecto de voluntad popular.

P: ¿Va usted en transporte público?

R: Sí, y en bicicleta, sí.

P: ¿Tiene usted hipoteca?

R: Tengo y aún me quedan bastante años para saldarla.

P: ¿Qué expresión o palabra catalana es su preferida?

R: Una de ellas podría ser 'moixaina', que es una caricia. Estamos en un momento en el que cuidarnos y tener cuidado de los demás y una 'moixaina' es algo muy importante en esta vida.

P: ¿Y una castellana?

R: ‘A Dios rogando y con el mazo dando’.

P: Elija una película...

R: Memorias de África

P: Un equipo de fútbol...

R: Los locales y el Rayo Vallecano por los bucaneros.

P: Y para acabar, ¿con qué emoticono definiría Cataluña?

R: Qué difícil me lo pones (risas). No se puede definir en un emoticono un país tan plural… en uno no puedo, elijo dos porque sintetizar en uno es muy difícil: el del beso y el del puño, en señal de lucha.