Moratinos -que llegó a Argel como enviado especial del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para el diálogo euromediterráneo- se entrevistó también con el ministro argelino de Exteriores, Murad Medelci.
El ex jefe de la diplomacia española entregó al primer ministro argelino un mensaje escrito de Zapatero al presidente del país magrebí, Abdelaziz Buteflika, en el que se subraya la voluntad española de continuar la acción común bilateral para promover la cooperación y el diálogo mediterráneo, indicaron las fuentes.
Moratinos llegó ayer a Argel procedente de Túnez, donde trasladó igualmente un mensaje de Zapatero en relación con el diálogo euromediterráneo al presidente tunecino, Zine al Abidin Ben Alí.
Tras participar en un almuerzo ofrecido por Medelci, el político español viajará esta tarde a París donde asistirá a una reunión entre representantes de Egipto, Francia y España para analizar si finalmente es posible celebrar la segunda cumbre de la UPM en Barcelona.
A la espera del resultado del encuentro de París, el Gobierno español es pesimista sobre la posibilidad de que se pueda celebrar la cumbre, según indicaron a Efe fuentes del Ejecutivo, y cree que queda prácticamente descartada la posibilidad de que se desarrolle con la participación de jefes de Estado y de Gobierno.
La situación de las relaciones entre Israel y los palestinos no ha evolucionado como hubiera sido deseable y las negociaciones no han avanzado lo suficiente como para que haya esperanzas en la resolución del conflicto, indicaron las fuentes gubernamentales.
La cumbre de Barcelona iba a celebrarse en principio durante el semestre de la presidencia española de la Unión Europea, que concluyó el pasado mes de junio.
El Gobierno ha encomendado a Moratinos la representación de España en la reunión de París, ya que ha llevado todas las negociaciones de la cumbre en su anterior calidad de ministro de Exteriores y es un gran conocedor de la situación en la zona.
La UPM vio la luz en París en julio de 2008, cuando Francia presidía la UE, y se creó como un foro de cooperación para promover la paz y el desarrollo en la región mediterránea.
Sin embargo, el conflicto entre israelíes y palestinos ha puesto muchos obstáculos en la marcha de este proyecto desde sus inicios.